Los comerciantes de Sol aseguran que la acampada ha impedido hacer 1.500 contratos

Madrid.- Los comerciantes de la zona de la Puerta del Sol han denunciado hoy que la acampada del movimiento 15-M ha repercutido no sólo en una caída drástica de las ventas, que han cifrado entre el 70 y el 80 por ciento, sino también en la no contratación de unas 1.500 personas para la temporada de primavera.

El presidente de la Confederación de Comercio de Madrid (COCEM), Hilario Alfaro, y el presiente de los Comerciantes de Preciados, Carmen y Arenal (APRECA), Ignacio Lario, han explicado en rueda de prensa los perjuicios que han padecido los empresarios y trabajadores de la zona desde que comenzó la acampada en Sol.

Una protesta que pasó de ser manifestación a concentración, luego acampada y va camino de convertirse "en un verdadero misil contra los intereses no sólo de los comerciantes, sino de la ciudad", en palabras de Lario.

Las principales consecuencias del campamento las padecen las alrededor de 25.000 personas que trabajan en el entorno de Sol y los establecimientos, cuyas ventas (y no beneficios, han especificado) han caído entre el 70 y el 80 por ciento, unas "pérdidas inasumibles" que, de continuar, llevarán a sus dueños "a la ruina".

Y también ha repercutido en el empleo, ya que el 15 de mayo es la fecha aproximada en la que se abre la contratación temporal de primavera para reforzar los servicios ante la llegada de turistas, y si en 2010 -en plena crisis- se contrataron 1.500 personas, este año no se ha creado ningún puesto de trabajo.

Antonio Gil, representante de los hoteles de la zona, ha explicado que en la última semana las pérdidas de estos establecimientos se han situado entre el 30 y el 40 por ciento, pero ha alertado sobre la cancelación de reservas para las próximas semanas, que es incluso más elevada, casi del 50 por ciento.

Frente a esta situación, COCEM y APRECA han firmado un manifiesto en el que se declaran "indignados" por la ocupación "inexplicable e ilegal" de los manifestantes durante más de diez días, por los perjuicios que causan a comerciantes, clientes y viandantes, por la "insalubridad" de la Puerta del Sol o por la "desastrosa imagen" que ofrece Madrid ante Europa y el mundo.

Así, han pedido a los acampados que se disuelvan de voluntaria y pacíficamente y, en caso contrario, han instado a la Delegación del Gobierno a que tome las medidas pertinentes para levantar el campamento "con la máxima urgencia".

También han reclamado que hechos como éstos no vuelvan a producirse y que se garantice la convivencia sin que nadie tenga que sentirse "rehén de acciones ilegales".

De momento, la única acción tomada por la Delegación del Gobierno, según los comerciantes, es enviar a la Unidad de Intervención de la Policía Nacional, que ha contribuido a la retirada de carteles y a abrir espacio para acceder a las tiendas, algo que agradecen pero que "no es suficiente".

Los comerciantes han descartado por el momento manifestarse para protestar contra la acampada o pedir indemnizaciones, porque la prioridad es que la zona "vuelva a la normalidad".

En la rueda de prensa ha estado presente un portavoz de los manifestantes, Pablo Martín, quien ha invitado a los comerciantes a participar en las Asambleas del campamento para exponer sus quejas.

Una invitación que ya aceptaron, según han explicado Alfaro y Lario, quienes el pasado lunes estuvieron presentes en una de las Asambleas pero, tras una hora y media, se marcharon sin que sus reivindicaciones se plantearan en la charla.

"Vuestro mensaje lo hemos entendido, y en muchas cosas estamos de acuerdo", le ha dicho Alfaro a Martín, a lo que Lario ha agregado que si al comienzo de la acampada el peso del mensaje de los manifestantes era mayor que el perjuicio de los comercios, cada día que pasa su mensaje no gana más fuerza, pero sí aumentan las pérdidas.

Lario se ha referido al desalojo de los manifestantes de la plaza de Cataluña de Barcelona, ha confiado en que en Madrid se haga de forma totalmente pacífica y ha dicho que no se entendería que el argumento para levantar el campamento fuera la posible celebración de un título deportivo -en referencia a la final de la Liga de Campeones que enfrenta mañana al Barça con el Manchester-.