
El arquitecto valenciano Santiago Calatrava es conocido por sus obras de gran diseño en todo el mundo y considerado uno de los mejores ingenieros de puentes del mundo. Pero no es oro todo lo que reluce.
El último edificio emblemático diseñado por Calatrava para la ciudad de Valencia, L'Àgora, se ha convertido en un nuevo quebradero de cabeza para el nuevo Gobierno valenciano. Alberto Fabra sabía que la obra no estaba terminada y ahora la concesionaria Avanqua se niega a asumir la instalación hasta que se reparen unas deficiencias que el propio Ejecutivo autonómico ha tasado en cerca de 10 millones de euros.
Este emblemático edificio no está acabado y tanto Camps como Fabra lo sabían pero entre amigos parece que todo vale. Camps añadió L'Àgora al proyecto original de la Ciudad de las Artes y las Ciencias y estaba pensado para acoger grandes espectáculos.
Su estreno fue en 2009 cuando se disputó el Open de Tenis 500. Solo seis años después de su inauguración, este edificio de 80 metros de altura, recubierto de trozos de cerámica azul y cristal, acumula goteras y desperfectos visibles desde el exterior. Según un informe de CACSA, la empresa de la Generalitat propietaria del complejo, estima que reparar los daños y rematar las obras necesarias para poder explotar L'Àgora costará alrededor de diez millones de euros.
Calatrava reconoció que "nunca" certificó la finalización de las obras del Ágora de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia y que siempre ha insistido en la "provisionalidad" del edificio, al tiempo que muestra su disposición a colaborar con CACSA para avanzar en el proyecto, del que recalca que no está en su cometido la dirección de ejecución de la obra ni el control de calidad.
Calatrava ha insistido en que el Ágora es "un edificio cuya construcción no se ha finalizado conforme a lo establecido en el proyecto" y pone como ejemplo que en 2009, "en contra de la recomendación" del arquitecto, CACSA solicitó detener las obras para que el edificio pudiera usarse para la celebración del Open 500 de Valencia de Tenis.
Otros litigios
El edificio del L'Àgora no es el único que tiene deficiencias. Muy cerca está el Palau de les Arts, inaugurado en 2005, que costó 382,5 millones de euros, de los que el arquitecto cobró 94, y que ha sido su principal pesadilla en Valencia tras sufrir inundaciones y el desprendimiento de parte del revestimiento cerámico de la cubierta, actualmente en reparación. El complejo, de 4.811 metros cuadrados, tuvo un sobrecoste de 45 millones de euros y muchos de sus espacios siguen cerrados. La Generalitat estuvo a punto de demandar al arquitecto en 2014.
Para Castellón proyectó el que iba a ser el edificio más alto de la ciudad, el Centro de Convenciones, pero la construcción se suspendió en 2012 por la crisis. Calatrava cobró 2,7 millones, fue imputado por supuestas irregularidades en los contratos, pero el caso se sobreseyó.
Sí fue condenado por la Audiencia Provincial de Oviedo en 2014 a pagar una indemnización de 2,96 millones de euros a la promotora Jovellanos XXI por fallos en la ejecución del Palacio de Congresos de la ciudad.
Otras obras 'escandalosas'
Puente de la Constitución en Venecia
En 2009 unorganismo gubernamental elaboró un informeen el que reconocía que el puente no era seguro. Pese a ello, el Tribunal de Cuentas investigó sobrecostes de la obra, aunque el arquitecto fue absuelto finalmente.
La Justicia italiana investigaba el aumento del coste de la construcción, que pasó de los 3,8 millones de euros establecidos inicialmente a cerca de 11,2 millones.
Bilbao encargó a otro arquitecto unas pasarelas para hacer accesible la obra de Calatrava, que recibió una indemnización tras demandar al Ayuntamiento por vulnerar sus derechos de autor. Los costes fueron a parar a obras benéficas. Calatrava donó a la Casa de Misericordia de Bilbao un total de 30.000 euros en reconocimiento a la labor social que desarrolla. Esta cantidad coincide con la indemnización que recibió el artista por "la alteración" de su obra, el puente Zubi Zuri, ubicado en la capital vizcaína.
La familia Domecq, propietaria de esta bodega en Laguardia (Álava), demandó a Calatrava para que asumiera el coste de dos millones de euros del arreglo de la cubierta, que tiene goteras según los Domecq.
Palacio de Congresos de Oviedo
El arquitecto fue condenado en 2013 a pagar tres millones de euros a los gestores del Palacio de Exposiciones y Congresos de Oviedo por los fallos del edificio. Calatrava reclamaba 7,2 millones en honorarios.
Se inauguró en 2008, pero cuatro años antes fue llevado ante la Justicia por las protestas vecinales. Su presupuesto se duplicó y se criticó que las obras no pararan durante el shabat, día sagrado de los judíos.
Esta torre residencial de Malmoe (Suecia) tuvo un sobrecoste de 170 millones de euros, lo que provocó varias dimisiones políticas en la ciudad. Calatravaha recibido varios premiospor el diseño del edificio. Ha sido galardonado con el premio "10 year Award", que concede el Consejo de Edificios Gran Altura y Hábitat Urbano (CTBUH).
El galardón internacional , que reconoce el valor de los edificios de todo el mundo diez años después de su inauguración, ha sido concedido al arquitecto valenciano porque su edificio es un "símbolo" del resurgir de la ciudad y de recuperación del entorno"
Calatrava diseñó el aeropuerto de la capital vizcaína y, siete años después, realizó su reforma.La remodelación fue necesaria porque tras los tratadosSchengen, el tránsito de pasajeros dobló las mejores estimaciones del cliente y hubo que ampliarlo.
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