Los asalariados españoles que trabajan para el sector privado se han esforzado por mejorar su productividad mucho más que los del sector público. En cinco años de crisis, los asalariados españoles bajaron sus ingresos a pesar de que las empresas subieron su beneficio bruto.
Lo explica el periodista José María García-Hoz, en su blog Cuentas y Cuentos, donde comenta diversos aspectos de la actualidad económica nacional e internacional. García-Hoz recuerda en su artículo "El Estado pasa de crisis" que "los impuestos que dan de vivir al sector público, en sus niveles nacional, autonómico y municipal, suponen un coste para la producción y por tanto un freno de la productividad de empleados y empleadores..."
A continuación, reproducimos el artículo en el que explica la disfunciones entre los costes públicos y privados.
EL ESTADO PASA DE CRISIS
Durante los últimos cinco años (2009-2013) los españoles han hecho un impresionante esfuerzo de productividad, pero el sector público sigue siendo un lastre.
Las matemáticas lo dicen y yo no miento: en 2009 los asalariados españoles cobraron 322 millardos de euros y las empresas obtuvieron un beneficio bruto de 182 millardos. Cinco años después, en 2013, los salarios bajaron hasta 283 mil millones, mientras que el beneficio bruto subió a 214 millardos.
Menos salarios, más beneficios
A eso se le llama subir la productividad: con el 12 por ciento de disminución salarial, se consiguieron unos beneficios 17,5 por ciento superiores.
No pretendo un planteamiento sociopolítico, sino estrictamente económico, pues, como todo el mundo sabe los beneficios de hoy son las inversiones de mañana y los puestos de trabajo de pasado mañana.
Está bien, muy bien, que la economía española haya ganado tanto en productividad. Eso ha permitido aumentar las exportaciones y el turismo, así como reducir tímidamente el paro.
Estado vs. privados
Pero la auténtica confrontación económica no se da entre empresarios y empleados, sino entre el sector privado (que a los dos engloba) y el sector público, en sus niveles nacional, autonómico y municipal: no se debe olvidar que los impuestos que dan de vivir al sector público, suponen un coste para la producción y por tanto un freno de la productividad de empleados y empleadores…
El sector público se relaja
Aplicada al sector público idénticos criterios aritméticos y contables que al sector privado, resulta que antes de gastos y operaciones financieras, el Estado gastó prácticamente lo mismo en 2009 (259 millardos) que en 2013 (254 millardos).
No incluyo, porque no los tengo, los gastos adicionales de Comunidades y Ayuntamientos. Pero me apuesto el bigote a que el "esfuerzo" de "austeridad" en estos niveles ha sido todavía menor que en el Estado.
O sea que en cinco años de crisis ajuste del cinturón supuso para los empleados españoles un 12 por ciento de rebaja salarial, mientras que el Estado solo se apretó un modestísimo 2 por ciento. ¿Hay que precisar que en los años de referencia los servicios públicos han estado lejos de mejorar?.
Perro no come perro
En fin, que cuando la OCDE, el FMI y el Banco de España dicen que los salarios españoles deben empezar a subir, porque así aumentará la demanda interna, se callan que lo que debe bajar es el gasto público. ¿Y por qué se lo callan? Pues porque ellos, los funcionarios internacionales y nacionales, también viven de los impuestos que paga el común y como asegura el refrán "perro no come perro".
PS. La fuente de los datos sobre salarios y beneficios es la Central de Balances del Banco de España, reelaborados por Funcas.
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