Los empresarios egipcios confían en retomar el crecimiento tras los comicios

  • La delicada situación económica que atraviesa Egipto puede volver a su cauce en unos meses si las próximas elecciones presidenciales transcurren sin incidentes, según el secretario general de la Federación de Cámaras de Comercio de ese país, Alaa Ezz.

Belén Delgado

El Cairo, 11 may.- La delicada situación económica que atraviesa Egipto puede volver a su cauce en unos meses si las próximas elecciones presidenciales transcurren sin incidentes, según el secretario general de la Federación de Cámaras de Comercio de ese país, Alaa Ezz.

En una entrevista a Efe, Ezz destacó que si las presidenciales, cuya primera vuelta está prevista para los próximos 23 y 24 de mayo, se desarrollan pacíficamente, Egipto volverá a la senda del crecimiento a partir de finales de 2012.

En ese contexto, predijo, el Producto Interior Bruto (PIB) egipcio podría crecer hasta un 7 % anual en la segunda mitad de 2011, una estimación mucho más optimista que otras, como la del Gobierno, que prevé un aumento del 2,4% para el conjunto del presente año fiscal.

No obstante, este posible escenario no significaría la recuperación inmediata de los niveles previos a la revolución que desbancó del poder al presidente Hosni Mubarak en febrero del año pasado.

El empresario matizó que toda predicción podría caer en saco roto ante la posibilidad de que el proceso se vea alterado por problemas como los disturbios de la semana pasada en El Cairo o las profundas discrepancias entre la Junta Militar y algunos partidos.

"España tardó unos nueve años en despegar económicamente tras la transición y espero que Egipto vuelva a la carrera de uno a tres años", vaticinó Ezz, a favor de que la democracia aporte más transparencia para los mercados.

"Los egipcios son como una olla a presión: han estado presionados durante tanto tiempo que les llevará un tiempo hasta que asimilen la democracia", apuntó el secretario general, preocupado por la alta tasa de analfabetismo, que ronda la mitad de la población adulta.

Ezz, que durante los años de Mubarak ya estuvo al frente de varias organizaciones empresariales egipcias, cree que la corrupción del anterior régimen sigue presente aunque han cambiado sus formas.

En su opinión, antes de la revolución había un grupo pequeño de privilegiados que abusaban de su posición y ahora las prácticas corruptas se han extendido a otras personas que carecen de poder económico.

Ezz se refirió así a los contrabandistas, vendedores ambulantes y otros participantes de la abultada economía informal egipcia que introducen en el mercado productos de baja calidad y a menor precio.

De cara al futuro político del país, el representante de las Cámaras de Comercio destacó que los partidos comparten que el sector privado sea el principal motor económico y el estado, el ente regulador.

"Necesitamos más normativas sobre competencias y el acceso a mercados", afirmó Ezz, que mantiene contactos continuos con formaciones de todas las tendencias políticas.

En el caso de los Hermanos Musulmanes, que controlan la mitad del Parlamento, Ezz confió en que este grupo conservador pueda mejorar el clima de negocios a nivel legislativo.

Las Cámaras de Comercio egipcias fomentan que las empresas extranjeras utilicen Egipto con plataforma para vender sus productos a otros países árabes y africanos, con la ventaja de reducir costes y emplear a profesionales que dominen la lengua local.

"La cooperación tiene que basarse en las oportunidades", apuntó Ezz, que, no obstante, mantiene cierto escepticismo hacia los vínculos entre los países islámicos.

"Algunos prefieren mandar sus fondos a Europa u otros destinos, en vez de invertir en lugares menos estables y más necesitados", culminó el representante de los empresarios egipcios, quien opinó que en el mundo de los negocios nada es imposible y se puede hacer trato "con el demonio o con el mejor amigo".

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