Los españoles sólo pueden usar tarjetas en un tercio de sus pagos al Estado

  • Los españoles sólo pueden abonar con tarjeta algo más de un tercio -un 36,8 %- de sus pagos a las administraciones públicas, como el desembolso de impuestos municipales, multas o abonos de transporte, según el primer informe sobre este asunto elaborado por Mastercard al que ha tenido acceso Efe.

Madrid, 19 ene.- Los españoles sólo pueden abonar con tarjeta algo más de un tercio -un 36,8 %- de sus pagos a las administraciones públicas, como el desembolso de impuestos municipales, multas o abonos de transporte, según el primer informe sobre este asunto elaborado por Mastercard al que ha tenido acceso Efe.

Los datos del Barómetro de Medios de Pago electrónicos en las administraciones públicas, el primero de estas características que se ha realizado en España, pone de manifiesto que tan sólo un 36,8 % de los organismo públicos y entes locales admite los pagos con tarjeta, que representan un 17,1 % del total de sus cobros.

Tampoco de puertas adentro los entes públicos españoles son muy partidarios de las tarjetas de crédito, y únicamente un 21,2 % de ellas cuenta en la actualidad con tarjetas de pago corporativas.

Y según ha explicado a EFE el director de tarjetas de empresa de MasterCard para España y Portugal, Emilio Acevedo, no sólo nos encontramos muy lejos de otros países de nuestro entorno en el uso de tarjetas por parte de las administraciones públicas -"nos llevan 20 años de ventaja"- sino que incluso su uso se ha reducido.

Los escándalos que han proliferado sobre el mal uso de fondos públicos, indica Acevedo, y el terror a lo que pueda pensar la opinión pública han provocado que "se mate al mensajero" y que el uso de tarjetas en organismos públicos, que nunca ha sido alto, sea ahora menor que hace unos pocos años.

De ese 21,2 % de organismos públicos que sí cuentan con tarjetas corporativas, tres cuartas partes -un 74,1 %- reconoce que agilizan los procesos de pago, aunque sólo un 6,4 % tiene en cuenta su uso como un medio de controlar los gastos, que son, sobre todo, comidas (68 %), viajes (66,2 %) y hoteles (41,1 %).

Los organismos públicos se decantan por las tarjetas de crédito (61,7 %) frente a las de débito (29,8 %), en tanto que ignoran por completo las tarjetas prepago, cuyo número es testimonial y cercano a cero, señala Acevedo, pese a que un 38 % de los encuestados considera éstas últimas las más seguras.

Las ventajas de las tarjetas prepago para la administración son evidentes, señala Acevedo, pues permiten seguir el rastro de la transacción "durante y después de ser ésta efectuada", y además la autorización del gasto es anterior al pago.

Pero son las entidades financieras las que en mayor medida "presionan" a los entes públicos y llevan a cabo la tarea "evangelizadora", en palabras del directivo de Mastercard, sobre las administraciones públicas, particularmente tres: Banco Sabadell, La Caixa y BBVA.

Por lo que respecta al uso de tarjetas de particulares en su relación con la administración, la mayoría de las transacciones en las que se permite su uso -un 44 %- corresponde al abono de tasas municipales e impuestos, aunque hace apenas unos días la Tesorería General de la Seguridad Social decidió permitir el uso de tarjetas de crédito o débito para el pago de deudas.

Apenas un 10 % de los organismos oficiales permite el pago de multas con tarjetas, y tan sólo un 4,2 % el de abonos de transporte; además, únicamente un 40,8 % de los que admite tarjetas contemplan la posibilidad de realizar pagos online, y obligan al ciudadano a desplazarse y efectuar el pago en persona.

Pese a que el 71 % de los ayuntamientos y diputaciones afirman que les preocupa ofrecer al ciudadano una imagen innovadora sobre nuevas tecnologías, lo cierto es que sólo un 23,4 % reconoce que permitir el pago con tarjeta equivale a agilizar y facilitar los trámites y mejorar el servicio.

Y en este sentido, distintos estudios indican que si aumentara un 10 % el uso de tarjetas se reduciría un 5 % la economía sumergida, apuntan desde Mastercard.

El argumento más utilizado por las administraciones públicas españolas para no emplear tarjetas corporativas es que lo encuentran innecesario -un 42 % de los casos- o por la dificultad para controlar posteriormente los gastos -un 13,3 %, algo que desmiente Emilio Acevedo: las tarjetas son el único medio de pago que permite conocer de manera instantánea cuándo se realiza un pago, a quién y por qué importe.

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