Los ferrocarriles portugueses parcialmente paralizados por una huelga

  • Los ferrocarriles portugueses circularon hoy de forma parcial, con graves problemas sobre todo en los servicios de cercanías de la capital, por una huelga de maquinistas que se prolonga toda esta semana.

Lisboa, 1 oct.- Los ferrocarriles portugueses circularon hoy de forma parcial, con graves problemas sobre todo en los servicios de cercanías de la capital, por una huelga de maquinistas que se prolonga toda esta semana.

Con el nuevo paro, los sindicatos ferroviarios, que este año han celebrado ya varias huelgas y reducen el servicio los festivos, protestan por los recortes en la empresa de ferrocarriles y exigen al Gobierno que dé marcha atrás en la reducción al 50 % de los pagos correspondientes a esos días y a las horas extras.

Según la compañía estatal Comboios de Portugal (CP, Trenes de Portugal), la huelga parcial de hoy impidió que funcionaran normalmente casi dos tercios de los servicios de cercanías urbanas de Lisboa.

En todo el país la huelga tuvo una incidencia variable, del 43 al 65 por ciento de los trenes previstos en los servicios interurbanos y los trenes rápidos que unen la capital y Oporto, aunque las conexiones con España no se vieron afectadas.

El Sindicato Nacional de Maquinistas (SMAQ) decidió el domingo levantar la huelga en ciertos servicios de carácter regional, aunque mantiene la medida en la gran mayoría de las conexiones.

La compañía espera que los ferrocarriles portugueses sigan con circulación limitada hasta el próximo viernes, cuando concluye la protesta.

Además de los trabajadores de CP, varios gremios de funcionarios, como los de la salud y la enseñanza, han protagonizado también huelgas y protestas en el último año en Portugal, que vive un duro programa de austeridad para cumplir las condiciones de su rescate financiero.

El mes pasado se produjeron dos grandes manifestaciones en Lisboa contra la política del primer ministro, Pedro Passos Coelho, y los principales sindicatos han anunciado que estudian la convocatoria de una nueva huelga general, la tercera en los quince meses en el poder del Ejecutivo conservador luso.

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