España cierra fronteras con  Reino Unido

Los hosteleros se quedan sin ingresos en invierno: “Va a tocar rezar mucho”

Este martes entra en vigor la normativa que prohibe los vuelos a británicos a excepción de ciudadanos nacionales o residentes en España.

Aeropuerto
Los hosteleros se quedan sin ingresos en invierno: “Va a tocar rezar mucho”.
EFE/Miguel A. Lopes/Archivo

España se ha ido quedando rezagada en la suspensión del tráfico aéreo con Reino Unido. Pero, finalmente ayer, en coordinación con Portugal y por recomendación del Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC), cedió el pulso. La escalada de las medidas para blindar España del virus había ido en aumento las últimas semanas, y el pasado 23 de noviembre se empezó a requerir test negativo 72 horas previas al vuelo a todos aquellos pasajeros que salían de países con mayor incidencia, entre ellos Reino Unido. La medida fue descrita por el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, como poco realista porque la aparición de sintomatología en la persona que viaja puede desarrollarse una vez llega al país.

Este martes es el primer día que no se permite volar a pasajeros británicos o extranjeros procedentes de Reino Unido, con excepción de ciudadanos nacionales o residentes en España. Una medida surgida a raíz de la aparición de una nueva cepa de coronavirus en el país, y que afecta directamente al mercado turístico británico. Este año, los ingleses no podrán pasar las vacaciones de navidad en dos de sus destinos más concurridos: Canarias y la Costa del Sol. A los que viajan a través de turoperadores como TUI, que registró 5,3 millones de pasajeros británicos en 2018, Jet2Holidays, con 3,05 millones y Thomas Cook, con 2,38 millones. 

Dos destinos que, en parte, preveían la llegada de estos turistas para remontar la temporada de invierno. Desde la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT), su presidente, José María Mañaricúa asume el revés con estoicismo: “Aceptamos esta restricción como una más de todas las anteriores. Ya teníamos un número bajo de turismo, esto añade una pérdida adicional del 30% de los turistas que íbamos a tener este invierno”, asegura. La estrategia a seguir es la misma que hasta ahora: alargar las medidas laborales y proteger como se pueda el sector. Como afirma Mañaricúa, extender los ERTES hasta julio, “es la única forma de proteger los hoteles. Y los que habían abiertos por Navidades, están abocados al cierre. Hay que rezar, rezar mucho”.

En la Costa del Sol algunos hoteles vacacionales que tenían convenio con turoperadores o compañías británicas también han sufrido un revés. Otros, como el Málaga Nostrum, tienen una ocupación del 80% y esperan no resentirse mucho en las reservas por ser un complejo destinado a clientes comerciales. “Claro que nos influye el hecho del cierre de vuelos con Inglaterra porque trabajamos con compañías aéreas, pero no somos un hotel vacacional”, explica su gerente. Su localización en un polígono y rápido acceso al aeropuerto hace que sea al lugar idóneo para empresarios en tránsito. Diversifica beneficios. 

Por otro lado, El sector hostelero en Canarias se ha ido adaptando a los decretos estatales. Desde mediados de noviembre, los recintos vacacionales piden un test negativo a todos sus clientes. Además de este requisito, los turistas también tenían que presentar el negativo a las aerolíneas y al personal de control aleatorio de sanidad que se establecía en los aeropuertos. Desde hoteles como el Reina Isabel de Gran Canaria, como en todo los hoteles, se ha cumplido estrictamente la normativa: “Desde el 14 de noviembre pedimos test antígenos o PCR negativos a todos los clientes. No hemos tenido que rechazar a ningún turista y, si han venido sin test, les hemos dicho que se fueran a hacérselo. Todo el mundo ha venido dando negativo”, afirman desde la dirección.

Desde los laboratorios de Canarias también han notado la obediencia a las normas. Afirman que la realización de PCR a turistas ha sido notable, pero no masiva, porque la mayoría traían el test en regla desde el país de origen. Como explican en Hospiten Roca, un centro situado en el sur de Gran Canaria, en la localidad de Vecindario, "hay mucho residente extranjero que trabaja en Canarias y que vuelve a su país de origen por las vacaciones. Muchos países solo requerían el de antígenos para viajar, pero también hay gente que se lo ha hecho para asegurarse que es negativa, libremente". Aseguran que todo el mundo ha cumplido. Y que ahora toca seguir cumpliendo.

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