Los libreros ganan la batalla al ego literario

  • Los escritores sonconscientes de que la Feriade Madrid representa un bálsamo de ventas, de ahí que renuncien por un día a suego y primen la atención y mimo al lector.
Javier Marías cree que "en España hay un afán prohibicionista generalizado"
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David González / Aviondepapel.tv

La firma de autógrafos es prioritaria, incluso por encima de las declaraciones a los medios de comunicación. Así, el presente gana la batalla al futuro: la venta de libros hoy domina sobre el impacto mediático de mañana y libreros y editores hacen de pantalla contra los periodistas: "primero el autógrafo, por favor".

-¿Señor Antonio Gala, podría posar un momento para una foto?

-Ahora, no. Estoy firmando-, respondía Antonio Gala

-¿Javier, puedes mirarnos para una fotografía?

Javier Marías, gira la cabeza, cierra los ojos y sigue firmando.

Son algunos ejemplos a lo que los periodistas nos enfrentábamos ayer. Curioso, sobre todo, porque, durante casi dos años, los gabinetes de prensa de las editoriales se han estado peleando (literalmente) por salir, aunque sea en una nota breve, en el escaso espacio que los medios de comunicación dan a la literatura. Pero es que hoy la Feria manda y es el lector el que tiene preferencia. Es la única manera, parece, de vender libros y sortear así la caída de ventas, estimada en el primer trimestre en el 10% de descenso.

Ser el más vendido garantiza firmas

Sin embargo, lo que se ha palpado este fin de semana en la Feria es que la firma de autógrafos de los autores estrella tampoco asegura a los libreros un río de euros como antaño. Las novedades literarias mandan y son los escritores con un libro colocado hoy en la lista de los más vendidos los que mayor número de lectores congrega en las tradicionales colas del Retiro. Nada ha cambiado en el panorama literario.

Este primer sábado, por ejemplo, la estampa de dos autores firmando en la misma caseta, como Jostein Gaarder y María Dueñas lo decía todo. La autora española del título revelación de la temporada, "El tiempo entre costuras", sumaba más número de autógrafos frente al superventas noruego contiguo. Julia Navarro, y "La hermandad de la sábana blanca", no daba tregua en firmar ejemplares y se formaban colas notables.

Dichas multitudes contrastaban con los otrora reyes de las firmas. Por ejemplo, Antonio Gala tenía bastantes lectores en torno suyo, pero no hizo falta desplegar las vallas de seguridad para formar una línea de espera. No había que aguardar mucho para conseguir una firma suya: bueno sí, por todos es sabido que sus autógrafos son extensos, sus conversaciones con el lector, también, hecho que acumula gente y crea colas lectoras de manera indirecta.

El triunfo de la ciencia de Punset

En cambio, si hubo un gran vencedor este primer sábado, éste fue, por supuesto, Eduardo Punset y su muy recomendable libro "Viaje al poder de la mente". Más de 30 metros de cola hacía que sus seguidores esperaran con estoicismo bajo la calor. Mientras el resto de casetas echaban el candado el humanista Punset continuaba firmando libros.

-¿Podemos hacerle una pregunta a Punset?, requerimos al librero de la caseta.

-No, hoy está firmando. Vuelva usted luego, a las 21.00.

Insistimos, pero la negativa se repite. El librero no quiere retrasos en la firma, porque cada ejemplar suma y sigue. Pero, ¿de verdad todos estos lectores compran hoy el libro de Punset en la misma Feria?

"No, yo me lo he traído de casa. Vi que firmaba hoy y quise acercarme para que me lo firmara y así conocerle en persona", explicaban algunos lectores impacientes.

Otros jóvenes autores, menos mediáticos, menos conocidos, seguían impertérritos en su caseta, casi sesteando. "Pues por aquí, a la espera. Ya sabes cómo va esto. Me he traído una novela para leer mientras llega alguien a firmar", nos contaba una joven autora (no daremos nombre, por supuesto).

Incluso un pope literario como Enrique Vila-Matas parecía aburrido, aunque firme, serio, amable y elegante en la caseta que la había tocado visitar para autografiar ejemplares de su reciente "Dublinescas".  

-¿Usted por se hizo escritor, señor Vila-Matas?

- Empecé a escribir porque…

Luego, estuvimos charlando con Enrique Vila-Matas de su literatura y algunos lectores (tres, concretamente) se unieron a la charla, breve, pero interesante. Nadie nos impidió estrecharle la mano cuando nos despedimos. 

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