El Ibex 35 ha roto hoy con cinco sesiones consecutivas a la baja al subir un 0,47 % y se ha mantenido por encima de los 9.500 puntos, animado por el rebote de la banca y los principales mercados europeos, a pesar de mantenerse la incertidumbre política en Italia y en España. El principal indicador de la bolsa ha cerrado en 9.566,20 puntos tras sumar 44,9 unidades, con lo que las pérdidas anuales se reducen al 4,76 % y las de mayo, al 4,15 %, mientras que la prima de riesgo ha bajado a 116 puntos básicos, desde los 136.
La moción de censura presentada por el PSOE contra el Gobierno de Mariano Rajoy, que pone en duda el futuro de la legislatura, y la crisis política que vive Italia han despertado las dudas entre los inversores. En la jornada previa, la inestabilidad no solo se notó en las bolsas, también en las primas de riesgo, que se dispararon con fuerza ante la decisión de los inversores de refugiarse en valores seguros como el bono alemán.
Por su parte, Milán, que ayer cayó un 2,65 %, se ha recuperado un 2,09% en una jornada en la que el Tesoro italiano ha adjudicado deuda a cinco y diez años, con mayores intereses, pero con una demanda bastante superior a la oferta. En Alemania se ha conocido que la tasa de desempleo cayó en mayo hasta el 5,1 %, la menor desde 1990, así como que la inflación interanual repuntó un 2,2 % en el mismo mes. El precio del barril de crudo Brent, referente en Europa, ha subido hasta 77,26 dólares.
Más impacto en Japón
Donde las tensiones que la crisis política italiana y la incertidumbre en España sí se han dejado notar ha sido en el mercado de Tokio, que tocó su mínimo en un mes y medio arrastrado por ese ambiente de inestabilidad y la preocupación de que se intensifique la guerra comercial entre China y Estados Unidos.
El índice Nikkei cerró con un retroceso de 339,91 puntos, un 1,52%, hasta situarse en 22.018,52 enteros, mientras que el segundo indicador, el Topix, bajó 25,72 puntos, un 1,46%, y quedó en 1.736,13 unidades. El parqué tokiota cayó cerca de un 2% en la apertura siguiendo la estela de pérdidas de los principales mercados europeos por la inestabilidad política en la Unión Europea y la crisis de gobierno en Italia.
La agitación política en la zona comunitaria ha desplomado el euro a niveles mínimos frente a otras divisas, entre ellas el yen, una tendencia que perjudica a los exportadores nipones, ya que reduce sus ingresos al repatriarlos y las hace menos competitivas en el exterior.
El selectivo nipón también se vio afectado por el anuncio este martes de la Casa Blanca de que ya ha ultimado una lista de importaciones chinas valoradas en 50.000 millones de dólares, a las que impondrá unos aranceles del 25%. Los sectores de los metales no ferrosos, los seguros, el vidrio y la cerámica encabezaron las pérdidas.
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