Los operadores deberán triplicar el número de antenas instaladas para desplegar la nueva tecnología de móviles


Redtel, la organización que agrupa a los principales operadores de móviles en España, afirmó este miércoles que el despliegue de la nueva tecnología LTE obligará a las compañías a triplicar el número de antenas instaladas.
En rueda de prensa, el presidente de Redtel, Miguel Canalejo, aseguró que para lograr la misma cobertura que en la actualidad con la tecnología LTE será necesario "triplicar las 70.000 antenas" que hay actualmente instaladas.
En este sentido, defendió que los operadores están "dispuestos" a llevar a cabo esta inversión pero añadió que es necesario acelerar al máximo la reasignación de las frecuencias.
Así, subrayó que "no hay otro sector" en España que pueda garantizar "unas inversiones tan fuertes" de forma inmediata y sin coste para la administración pública.
Según Canalejo, el despliegue de la tecnología LTE llevará a las compañías a incrementar "un 50%" las inversiones, que para el despliegue de la actual red supuso más de 2.000 millones anuales.
"2011 y 2012 es el momento de hacer las pruebas de la nueva tecnología, para poder hacer fuertes inversiones en 2013", dijo el presidente de Redtel.
Sin embargo, denunció que hay distintas barreras para el despliegue de estas redes. En el caso de las antenas, Canalejo denunció que la excesiva burocracia de los ayuntamientos provoca retrasos medios de 24 meses en la consecución de los permisos, y denunció que en algunos casos incluso superan los tres años.
Así, explicó que esta situación lleva a que muchas antenas estén instaladas sin contar con todos los permisos, aunque no cuantificó que porcentaje se encuentran en esta situación de "alegalidad".
Para el presidente de Redtel, el "problema es la descentralización y la presión política de grupos minoritarios que alegan problemas de salud para los ciudadanos". Para solucionar esta situación, la organización propone la creación de una agencia estatal que "tranquilice" a los ciudadanos.
Otra de las barreras para el despegue de la inversión en las nuevas tecnología es la "excesiva fiscalidad". En este sentido, aseguró que las compañías seguirán "peleando" contra la tasa del 0,9% para la financiación de RTVE.
Según Canalejo, en 2009 las compañías aportaron cerca de 136 millones a la financiación del ente público, mientras que los ingresos generados por los productos audiovisuales, que son los que teóricamente justifican esta tasa, ascendieron en 2009 a sólo 24 millones, casi una sexta parte.

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