Los parados alemanes sufren mayor riesgo de pobreza que los españoles

  • El 70,8% de los germanos y el 49,4% de los ibéricos es incapaz de cubrir sus necesidades básicas incluso después de cobrar el subsidio por desempleo.
España, séptimo país de la UE con mayor riesgo de ser pobre
España, séptimo país de la UE con mayor riesgo de ser pobre

El tópico de Alemania como país rico se tambalea en cuanto apartamos los datos de PIB y echamos un vistazo a los ingresos de las familias, trabaje, reciba una pensión o solo cobre el subsidio de desempleo.

Con solo un 3,6% de paro, los desempleados alemanes sufren mayor riesgo de pobreza que los españoles, incluso después de cobrar el paro, y esto porque la compensación que reciben quienes no encuentran empleo en el vecino del norte es insuficiente para el 70,8% de los ciudadanos de aquel país, a los que Eurostat considera en riesgo de pobreza.

En España, el porcentaje de parados con dificultades para cubrir sus necesidades básicas después de cobrar el desempleo cae al 49,4%, una cantidad, sin embargo, todavía por encima de la media europea, en el 48,7%, en datos publicados este lunes por Eurostat. En el extremo opuesto de la balanza, el riesgo de pobreza entre las personas con empleo en España llegó al 13,1 %, el tercero mayor de la UE tras los de Rumanía (18,8 %) y Grecia (14 %).

En Alemania no falta trabajo, pero muchas veces el sueldo no alcanza para subsistir.  Un 19,7% de los alemanes es pobre, 16 millones de las personas residentes en la mayor economía europea. Los datos publicados a finales de 2017 por la Oficina federal estadística alemana miran peor a las mujeres que a los hombres y su incidencia es notablemente alta en los mayores de 65 años. Otro drama de calado es el que afecta a la infancia, sobre todo a la inmigrantes: uno de cada tres niños alemanes es pobre. 

Con un 17% de paro y una tasa de pobreza del 22,3%, España es el tercer país europeo en desigualdad, por detrás de Rumanía y Bulgaria y empatado con Lituania. La pobreza infantil es una cuestión de calado en el país, donde tres de cada diez niños carece de recursos suficientes para subsistir. 

Mientras el 27,8% de las pensionistas alemanas es pobre, la rácana jubilación que reciben obliga a muchos a seguir en el tajo, con trabajos eventuales o por horas, incluso después de llegada la hora del retiro, España, sin embargo, es el país europeo en el que más se reduce el riesgo de pobreza tras la jubilación, solo un 5,4% de la población a partir de los 66 años, porque donde de verdad hace sangre es el extremo opuesto de la pirámide de edad:  este el país europeo con mayor brecha de pobreza entre jóvenes y jubilados.

Alrededor de 860.000 personas en Alemania no tienen un techo bajo el que dormir, según el Colectivo Laboral Federal de Ayuda a las Personas sin Vivienda. De estos, más de 800.00 conviven con amigos, familiares o en alojamientos temporales. El dato en España se queda en un la cota de los 40.000 personas sin hogar, una cota menos antipática que los casi tres millones de familias y personas viven en alguna de las situaciones sin hogar que supone estar "puramente en la calle o tener una vivienda indigna". 

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