Los presupuestos de Canarias de 2015 se reducen un 2,5 % respecto a 2014

Santa Cruz de Tenerife, 30 oct.- El Consejo de Gobierno de Canarias ha aprobado hoy el anteproyecto de ley de presupuestos de la comunidad autónoma para 2015, que asciende a 6.195 millones de euros, lo que supone un descenso de 158 millones, una reducción del 2,5 % respecto a las cuentas regionales de 2014.

El consejero de Economía Hacienda y Seguridad, Javier González Ortiz, ha informado en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno de que este anteproyecto incluye medidas como la rebaja del IRPF a 703.000 contribuyentes, es decir, al 97 % de los declarantes.

Además, González Ortiz ha destacado que el gasto social se incrementará en un 2,5 %, ya que del total de los gastos el 46,8 % irá a sanidad y acción social y el 24,1 % a educación.

Respecto a la rebaja del IRPF, el consejero ha explicado que el objetivo es reducir la fiscalidad a las rentas medias y bajas, impulsar la creación de empleo y corregir la pérdida de progresividad fiscal originada por la tarifa estatal.

La rebaja fiscal no tendrá efectos sensibles en la recaudación y, sin embargo, mejorará la actividad económica y la progresividad fiscal, ha añadido González Ortiz, quien ha asegurado que la mayor renta disponible de las familias generará más consumo y más actividad económica que, a su vez, se traducirá en más puestos de trabajo.

La nueva escala autonómica del IRPF contará con un tramo más de los cinco que establecerá el Estado y en todos los casos los tipos impositivos canarios y las cuotas devengadas quedan por debajo de los estatales a excepción de las bases superiores a 53.407 euros, ha detallado el consejero.

En relación a los presupuestos de la comunidad autónoma para 2015, González Ortiz ha avanzado que, "aunque persisten las dificultades", se prevé un mejor escenario con un crecimiento de la economía estimado en un 2 % del PIB.

El consejero ha señalado que las próximas cuentas autonómicas estarán condicionadas por factores negativos como la rebaja del objetivo de estabilidad del 1 % al 0,7 % del PIB y el descenso de las transferencias estatales procedentes del sistema de financiación.

Como factores positivos ha destacado la mejora de la situación económica y la rebaja de los costes financieros que se traducirá en importantes ahorros que se destinan a otras partidas del presupuesto.