Los próximos campos de batalla en la guerra de Repsol

  • Tras el nuevo ataque lanzado por el presidente de Repsol, Antonio Brufau, con la ayuda de su socia Caixabank, se abre un abánico de estrategias para hacerse con la gestión de la petrolera. ¿Conseguirá el primer ejecutivo echar a Sacyr y Pemex del consejo? ¿Podrá demostrar que son competidores? ¿La constructora convocará junta de accionistas? ¿Irá a los tribunales?
Pemex y Sacyr deberán demostrar que no hacen "daño" para seguir en Repsol
Pemex y Sacyr deberán demostrar que no hacen "daño" para seguir en Repsol
Carmen Canfrán

La guerra por tomar la gestión continúa. El primer ataque fue encabezado por el primer accionista, Sacyr, al unir sus fuerzas con un viejo socio de la petrolera, Pemex. Ambos sumaron sus participaciones, casi un 30%, para tener voz y voto único en la junta y en el consejo de administración de Repsol.

El segundo ataque llegó de las manos del otro rival, es decir, del presidente de la petrolera española, Antonio Brufau,que cuenta con la ayuda del tercer accionista, La Caixa.

El primer ejecutivo, con el apoyo de tres cuartas partes del consejo de administración, ha conseguido modificar el reglamento del máximo órgano gestor y el gobierno corporativo. Esos cambios persiguen reforzar el interés social de Repsol frente a otros perjudiciales para la empresa.     

El siguiente paso en ese campo de batalla llegó de la mano de la Comisión Nacional de la Energía. El regulador ha decidido inhibirse sobre el pacto entre Sacyr y Pemex, por lo que allana el ataque que lanzaron ambos socios para tomar la gestión de la petrolera española. Con esta decisión, una de las armas que había esgrimido el consejo de Repsol ha perdido efectividad.

Con este escenario, ¿cuáles son las próximas estrategias que pueden lanzar los dos bandos rivales para declararse victoriosos en esta guerra?

Brufau y Caixabank

Con los cambios normativos y las tareas encomendadas a la Comisión de Nombramientos y Retribuciones y a los consejeros independientes de Repsol se persigue encontrar la fórmula para culpar a Pemex, y por ende a Sacyr, de ser competencia directa de Repsol.

Bajo el argumento de que Pemex es una petrolera con actividades afines a Repsol, los gestores buscarían echar al bando rival del consejo, explicaron a este diario varios expertos, que prefirieron mantener su anonimato.

Ahora deben recabar las pruebas que demuestren la incompatibilidad de sus rivales. Luego la muestra definitiva se llevaría a tribunales para expulsar a los tres consejeros que tienen Sacyr y Pemex en la empresa.

No es la primera vez que en una guerra empresarial se utiliza ese arma. Un ejemplo claro es el de ACS e Iberdrola.La constructora tiene el 20% del capital de la eléctrica, pero tiene prohibida su entrada en el consejo. ¿La razón? La eléctrica argumenta que el grupo de Florentino Pérez es competidor. Un motivo que fue respaldado por un juez.

Otro caso es el de FCC y Acciona. La empresa de Entrecanales nunca obtuvo un puesto en el sillón de la firma de las Koplowitz por la misma causa.

Sacyr y Pemex

Para contrarrestar este golpe, ambos socios planean llevar a tribunales los acuerdos del consejo, que contemplan el cambio normativo del órgano gestor, pero, principalmente, pretenden lograr la nulidad de la petición de romper el pacto. Como prueba podrían llevar la sentencia de la CNE, que respalda el pacto entre los dos combatientes.

También Sacyr se podría desligar de esa posible acusación de competidor y escapar de la expulsión. Según varios expertos, los pactos parasociales son admisibles en la junta, pero no en los consejos. ¿El motivo? El consejero, según dicta la normativa, debe votar en el máximo órgano en función del interés de la sociedad y no bajo el mandato de un pacto.   

Por otro lado, la petición de este grupo de restar poder a Brufau en el consejo y ocupar el cargo de consejero delegado ha quedado en aguas de borrajas. La única vía que les queda es la convocatoria de la junta de accionistas. Según la ley, cualquier socio que tenga un 5% del capital puede solicitar una convocatoria. Un requisito que cumple la constructora y su aliada mexicana.

Con esa convocatoria, Sacyr y Pemex recabarían apoyos para que su propuesta de restar fuerza a Brufau saliera victoriosa. Para eso, necesitaría convencer a los fondos y los pequeños accionistas de la petrolera española, ya que ellos cuentan con su único voto, que representa el 30%.

Si se tiene en cuenta que el quorum de las juntas de Repsol ronda el 70%, los aliados deberían sólo recabar la fuerza de más de un 5%. Pero es un escenario hipotético. De momento, hoy los consejeros de Sacyr se reunirán para analizar el último gancho recibido y las posibilidades de un contraataque.

Mostrar comentarios