Los recursos destinados a i+d en los presupuestos generales de 2012 se han reducido a niveles de 2006, según informe


Los recursos destinados a I+D en los presupuestos de 2012 descendieron a niveles de 2006, según el informe ‘La inversión en I+D+i en los Presupuestos Generales del Estado 2012’ que la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce) presentó este jueves en Madrid.
El informe, que ha sido realizado por los investigadores José Molero, de la Universidad Complutense de Madrid, y José de No, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), revela que las reducciones en ciencia en los Presupuestos de 2012 se han reducido un 25% en términos absolutos, aunque, según indicó el presidente de la Cosce, Carlos Andradas, “si se tiene en cuenta la inflación, la reducción se traduce en un 28%.”.
“Es algo gravísimo porque lo que nos demuestran es que no les interesa la ciencia. Es especialmente preocupante porque supone restricciones de primer nivel para el futuro científico y económico del país”, señaló Molero.
El informe incluye un análisis de todas las partidas de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) destinadas a ciencia, así como una comparativa de la evolución de dichos presupuestos en los últimos ejercicios económicos.
Molero indicó que el apartado relativo a política de gasto en investigación, desarrollo e innovación tiene asignados en 2012 casi 6.400 millones de euros, un 25% menos que en 2011, de los que unos 2.600 son fondos no financieros (el 41%) y alrededor de 3.700 fondos financieros (el 58%).
En concreto, una de las partidas que más se ha reducido este año fue la dedicada a los fondos transferidos a las comunidades autónomas para la investigación, que pasó de 330 millones en 2011 a 145 millones en 2012.
“Hay que subrayar la fuerte reducción de los recursos disponibles, que hacen retrotraer la disponibilidad de recursos para I+D+i al nivel de varios años atrás, confirmando un cambio de tendencia ya anticipado”, indicó.
“Pero lo más grave no es la falta de dinero en sí, sino la falta de expectativas que tienen los jóvenes investigadores. Los grupos de investigación nos estamos quedando sin gente porque o se van a la empresa privada, o se van al extranjero”, señaló José de No.
Asimismo, José de No subrayó los remanentes de crédito, ya que “en 2011 fueron superiores a los 3.000 millones de euros”. A su juicio, lo acaecido con la ejecución de los presupuestos es lo más preocupante porque "pone en cuestión cuáles han sido los recursos empleados de los que se han puesto a disposición del sistema de innovación”.
“Si, por ejemplo, en los presupuestos se señala que se van a destinar 8.000 millones, pero luego solo recibimos 5.000, a nosotros nos da lo mismo la cantidad que establezcan porque al final sabemos que no es real; es un fraude”, explicó Molero.
“Es necesario terminar con esta situación, hasta el punto de que se pueda exigir la elaboración de un presupuesto de base cero, que a partir de este ejercicio permita saber con precisión cuáles son los recursos reales disponibles”, añadió. Sin embargo, ambos autores reconocieron que la ciencia “debe integrarse en una política general de país”.
Entienden que el problema es que la inversión en ciencia no se traduce en una mejora social o económica y se considera un gasto, en lugar de una inversión.
Finalmente, Andradas estimó que “se debería ayudar a enfocar de una forma novedosa los presupuestos, sin olvidar la necesaria mejora en los aspectos de gestión, control y evaluación de resultados que contribuya a una mayor transparencia en todo el proceso y a una mejor contribución de los recursos destinados a I+D+i a la modernización económica y social de España”.

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