Los sindicatos cambian el contrato alemán por el austríaco

  • El secretario general de CC.OO, Ignacio Fernández Toxo, propone adoptar el seguro de despido tirolés, que permite respetar los derechos actuales de los trabajadores y reducir la indemnización que deben pagar las empresas, gracias a una especie de seguro privado.
Ruth Ugalde

Cuando apenas falta un mes para que se cumpla el plazo dado por el Gobierno a patronal y sindicatos para cerrar la reforma del mercado laboral, siguen surgiendo nuevas propuestas. La última la lanzó ayer el secretario general de CC.OO, Ignacio Fernández Toxo, cuando propuso una fórmula de contrato, que podría salvar el escollo de la polémica indemnización por despido.

Se trata del denominado modelo austríaco, una fórmula que permitiría respetar los derechos actuales de los trabajadores y, al mismo tiempo, reducir el coste del despido para las empresas, según abogan sus defensores. ¿Cómo? Con una especie de seguro privado que compensa la diferencia frente a las menores aportaciones de las compañías.

Este tipo de contrato contempla que las empresas creen un fondo individual para cada empleado, al que se van aportandando cantidades de su salario bruto, y éste lo percibe cuando es despedido o, al jubilarse, como complemento a su pensión. Además, en el supuesto de que no haya agotado todo el fondo cuando es contratado por otra compañía, el excendente se suma a las aportaciones que perciba con su nuevo puesto de trabajo.

La propuesta del constrato austríaco se suma al modelo alemán, que también se ha puesto sobre la mesa de negociaciones. Este marco permite una mayor flexibiliad para las compañías ante caídas de la demanda, como ocurre actualmente.

A grandes rasgos, el modelo alemán se asemeja a un ERE temporal, ya que contempla una suspensión de empleo por un tiempo definido, durante el cual, la compañía paga el 10% del salario y el Estado el resto, a cambio de que los trabajadores realicen cursos de reciclaje que permitan adaptar su perfil a las nuevas necesidades del mercado.

Además de estas dos propuestas, está el denominado contrato de fomento del empleo, que reduce la indemnización por despido de 45 a 33 días, y que se incluyó en el documento de trabajo que entregó el Gobierno a patronal y sindicatos, el pasado mes de febrero, para abordar la recta final de la negociación de la reforma laboral.

El tiempo se acaba

El Ejecutivo confía en que ambas partes lleguen un acuerdo en abril, pero también les ha advertido que si son incapaces de ponerse de acuerdo, él tomará las riendas e impondrá por decreto un nuevo marco en junio.

Las fuentes consultadas por lainformacion.com aseguran que se está consiguiendo avanzar en la mesa de negociaciones, pero a costa de dejar de lado el espinoso punto de la indemnización por despido. Algo que ayuda a comprender los globos onda que, cada cierto tiempo, deja escapar algunas de las partes implicadas.

Entre las propuestas más polémicas estuvo la destapada por el director del Departamento de Relaciones Laborales de la CEOE, José de la Cavada, dirigida a menores de 30 años e importada de Francia, con una duración de seis meses, ampliable a un año, con cuotas salariales cero y sin indemización por desempleo.

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