Los sindicatos reviven el temor a una huelga general tras el fracaso de la reunión con Trabajo

La negativa reunión mantenida esta mañana entre los representantes de los trabajadores de la función pública y Trabajo ha vuelto a levantar las espadas. Aunque la estocada final sigue estando condicionada por la reforma laboral: si ésta resulta decepcionante, todo apunta a que habrá huelga general.

Tras un encuentro de hora y media, los dirigentes de los sindicatos de laFunción Pública UGT, CCOO y CSI-CSIF han calificado de "burla" la reunión, porque no se les han dado los detalles del recorte salarialque hoy aprobará el Gobierno para todos los funcionarios. Aunque la realidad es que la secretaria de Estado de la FunciónPública, Consuelo Rumí, ha desvelado que el recorte medio del 5% afecta tanto al salario base y a la antigüedad, como a loscomplementos de destino y específicos.

Sea cual sea el grado de detalle dado a los sindicatos, la realidad es que éstos han decidido revivir la amenaza de una huelga general. El primero en volver a levantar la espada ha sido el secretario de AcciónSindical Confederal de CCOO, Ramón Górriz, quien, en declaraciones a Efe, ha insistidoen que el plan merece el rechazo más contundente de la sociedad,porque la rebaja salarial media del 5% a los funcionarioso la congelación de las pensiones sólo van a servir para "deprimir"la economía y "empobrecer" la sociedad.

Poco después, ha sido el propio secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo,  quien ha revivido las amenazas al hacer pública una carta enviada al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Aunque la misiva ha comenzado con el conciliador mensaje de que el sindicato "manifiesta su disposición a negociar con toda seriedad las medidas que España necesita y a hacer los esfuerzos necesarios para salir de la crisis", concluía con la remanida amenaza de la huelga general..

"Conjuntamente con UGT, hemos convocado a los trabajadores y a la sociedad a movilizarse contra esas medidas", señala la carta de Toxo, para concluir con que "estas movilizaciones podrían ampliarse y generalizarse en caso de persistir en la dirección emprendida por el Gobierno que usted preside".

Esa nueva dirección del Gobierno afecta tanto al tijeretazo dado a funcionarios y pensiones como a la inminente reforma del mercado laboral. De hecho, la resistencia de los sindicatos a convocar esa huelga general con la que tanto amenazan parece estar directamente relacionado con el nuevo convenio del sector privado.

Por el momento, los representantes de los trabajadores ya han aplazado del 2 al 8 de junio la huelga convocada por los funcionarios, con el argumento de que así podrían conocer al detalle el contenido del recorte del Gobierno. Unas aclaraciones que el Ejecutivo hará públicas esta tarde, es decir, trece días antes de la fecha inicialmente prevista para salir a la calle.

En estas dos semanas concluye el plazo dado por el Ministerio de Trabajo para llevar a un acuerdo en la reforma laboral. En el supuesto de que ésta sea insatisfactoria para los trabajadores, por ejemplo, si se apoyan medidas como las propuestas de recortar a 20 o 22 días la indemnización por despido, los empleados del sector privado también tendrían argumentos para salir a la calle a respaldar las protestas de los funcionarios, y los sindicatos contarían con tiempo para organizar toda las movilizaciones.

En ese caso, efectivamente, podría darse una huelga general, no sólo una huelga de funcionarios.

De hecho, CCOO y UGT ya han advertido que si el Gobierno lleva a cabo una reforma laboral "impuesta" dentro del paquete de medidas de esta tarde, "requeriría una toma de decisión" en un momento en el que "los sindicatos están manejando una respuesta sin descartar ningún tipo de acción".

Así lo manifestaron tras la reunión de la Comisión de Seguimiento del Diálogo Social, en la que participaron el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, el secretario general de CEOE, José María Lacasa, la secretaria de Empleo de CC.OO., Paloma López, y el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer.