Fráncfort (Alemania).- Los supervisores instan a las autoridades españolas a continuar las reformas en el sistema financiero, como la capacidad de las cajas de ahorro de incrementar el capital de fuentes externas, en vista de los recientes movimientos de los mercados.
Así se desprende del informe sobre la revisión de España que el Consejo de Estabilidad Financiera (Financial Stability Board-FSB) publicó hoy y cuyo objetivo es examinar los pasos que ha dado España para hacer frente a las recomendaciones hechas en 2006 respecto a la regulación y supervisión financiera.
Este organismo internacional, con sede en el Banco de Pagos Internacionales (BPI) de la ciudad suiza de Basilea y creado para promover la estabilidad financiera, considera necesarios en España más esfuerzos en la regulación "para asegurar que las participaciones industriales no generen conflictos de intereses u otros riesgos".
Las inversiones de capital de los grandes bancos españoles en participaciones industriales han caído en términos relativos, pero todavía son altas en comparación con otros países con economías desarrolladas.
El FSB, del que son miembros 24 países, reconoce los esfuerzos de España a la hora de reducir los incentivos para que los bancos realicen grandes inversiones de capital en participaciones industriales y para gestionar los conflictos de intereses relacionados.
Considera que todavía es muy pronto para juzgar la efectividad de la amplia reforma de las cajas de ahorro introducida en 2010, ya que la mayor parte de los procesos de integración se ha iniciado recientemente.
"Una lección clave de la experiencia de España es que las cajas de ahorro deberían seguir una política de toma de riesgos conservadora cuando les falta acceso a fuentes de capital externas", añade.
Además, el FSB señala que España debe fortalecer la autonomía de los reguladores financieros y delegar en ellos la autoridad de emitir normas y sanciones.
"Cuando los mercados sean menos volátiles, las autoridades españolas también deben considerar el marco institucional actual para la supervisión financiera" teniendo en cuenta las recomendaciones de 2006 del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), dentro del Programa de Evaluación del Sector Financiero (FSAP).
El FSB da "la bienvenida a las acciones adoptadas hasta ahora por las autoridades españolas para afrontar la vulnerabilidad del sistema financiero".
El organismo supervisor destaca que España pudo capear la crisis financiera global bien en comparación con otras economías avanzadas principalmente por una "posición reguladora fuerte y una supervisión sana, así como un modelo de banca minorista eficiente".
Sin embargo, la crisis financiera tuvo efectos significativos con la explosión de la burbuja inmobiliaria en España y afectó sobre todo a las cajas de ahorro.
Las instituciones de crédito estaban muy expuestas al sector de la construcción y de la propiedad y sufrieron una fuerte caída en el crecimiento del crédito y un aumento de la morosidad.
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