Los "suspensos" en los test de estrés a la banca darán credibilidad al sector

  • Los test de estrés a los que se someterá la banca europea en noviembre revelarán no sólo el estado general de las entidades sino que mostrarán si el proceso es o no fiable, siempre y cuando los resultados se hagan públicos con honestidad y sin maquillar los "suspensos".

Eva Yraola

Davos (Suiza), 25 ene.- Los test de estrés a los que se someterá la banca europea en noviembre revelarán no sólo el estado general de las entidades sino que mostrarán si el proceso es o no fiable, siempre y cuando los resultados se hagan públicos con honestidad y sin maquillar los "suspensos".

Así lo cree el presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, que se ha mostrado hoy en el Foro Económico de Davos convencido de que hay entidades demasiado débiles para superar la prueba, y así deben reflejarlo los resultados de los exámenes.

En esta ocasión, las malas noticias deberían tener un efecto positivo, pues si en los test de estrés a los que el Banco Central Europeo (BCE) someterá a 130 bancos europeos en noviembre todos pasan con nota, la fiabilidad y la credibilidad del proceso estarían comprometidas.

De otro modo, la credibilidad del BCE y de todo el proceso estaría bajo sospecha, pues no se pueden llevar a cabo estos test solo para cubrir el expediente.

El presidente del Eurogrupo ha participado hoy en la localidad suiza en un coloquio en el que también han intervenido el vicepresidente de la Comisión Europea, Olli Rehn, el ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schaüble, el copresidente de Deutsche Bank, Anshu Jain, y el presidente de Unicredit, el italiano Federico Ghizzoni.

Las pruebas, ha indicado Dijsselbloem, permitirán ver con claridad la calidad de los activos de los bancos y el deterioro real que han sufrido, así como los riesgos que aún existen.

Tanto Dijsselbloem como el resto de participantes en el coloquio han reconocido que el sector financiero europeo está ahora mucho mejor que hace un año, aunque aún queda mucho trabajo por hacer.

Jain ha recordado que hace poco más de un año la probabilidad de quiebra de Italia era alta, el coste de la deuda muy elevado, y se hablaba de la posible fractura de la Unión Europea y de la desaparición de la moneda única.

No obstante, ha admitido que aún queda mucho trabajo pendiente, pues la tasa de paro en toda Europa es excesivamente alta, y los bancos no han conseguido reanudar los flujos de crédito a los niveles previos a la crisis, con lo que la recuperación económica se resiente.

Rehn ha dicho que la reestructuración del sector financiero europeo "va de la mano de la recuperación económica", aunque ha admitido que sin ninguna duda hay cosas que han mejorado.

Ha valorado las reformas acometidas en España y también en Portugal, unas medidas que deberían imitar Francia o Italia, así como el exitoso cierre del programa de asistencia financiera a la banca, que ha expirado esta semana.

Aunque ahora, con 18 miembros en la zona del euro, "todo es más complicado", y ha añadido que ha mejorado la credibilidad de la región y es creíble la política fiscal, en gran parte gracias al apoyo del BCE.

Rehn y el resto de ponentes se refirieron al mecanismo único de resolución bancaria que gestione la posible quiebra de una entidad y en cuyo diseño trabajan actualmente el Consejo de la UE, la Comisión Europea (CE) y la Eurocámara, y que el vicepresidente comunitario cree que "todavía podría ser mejorado".

El vicepresidente Rehn ha defendido en líneas generales las medidas adoptadas en la zona del euro, y ha puesto de nuevo como ejemplo a España, que cerró esta semana el programa de asistencia financiera.

Por lo que respecta a lo que ocurrirá una vez que concluyan los test de estrés y se publiquen sus resultados, el presidente del organismo regulador de la City londinense, Lord Turner, se ha mostrado partidario de copiar el modelo estadounidense, donde al contrario que en Europa "sí estaba claro cómo sería el día después".

En primer lugar, ha indicado, si una entidad necesita recapitalizarse, hay que acudir al sector privado, y si eso no es posible acometer una recapitalización pública.

En su opinión, es muy improbable que algún gran banco europeo tenga problemas con los test de estrés, algo que podría desestabilizar a toda la zona del euro.

El ministro de Finanzas germano ha querido defender en parte al sector financiero, al afirmar que no todos los problemas procedían de la banca, y ha reiterado la necesidad de afianzar una disciplina fiscal común.

Mostrar comentarios