Los tambores de crisis vuelven a sonar en la UE... con Alemania al borde del abismo

Bruselas (5 empresas)
Bruselas (5 empresas)
Pixabay / NakNakNak

La crisis que tanto daño hizo al Viejo Continente y por cuyas heridas todavía sangran las grandes economías europeas vuelve a llamar a las puertas este verano. El frenazo de la eurozona del que venían advirtiendo los analistas en los últimos meses ya es más que evidente, lastrada por una locomotora alemana que se asoma peligrosamente al abismo de la recesión. Los datos más recientes hacen sonar tambores de crisis y, dicho sea de paso, las previsiones no son nada halagüeñas.

La batería de datos que se han hecho públicos durante la jornada de hoy ha encendido todas las alarmas. Primero, porque la economía alemana, la gran potencia del entorno, se contrajo un 0,1% entre abril y junio respecto al trimestre anterior, según ha informado la Oficina Federal de Estadística (Destatis). Y segundo porque, en consecuencia, la zona euro registró un frenazo importante en el mismo periodo, cuando apenas creció un 0,2% intertrimestral, la mitad que en el primer trimestre del ejercicio, de acuerdo con las cifras dadas a conocer por la oficina estadística europea Eurostat.

Si bien es cierto que debe producirse un retroceso del PIB durante dos trimestres seguidos para considerar que un país entra en recesión técnica, la evolución de la economía alemana es, cuando menos, preocupante a juicio de los analistas. Se trata del segundo trimestre (no consecutivo) en un año en que decrece la mayor economía europea, lastrada por la guerra comercial y los problemas que atraviesa el sector del automóvil, entre otros aspectos. Pero además no hay que olvidar que la economía germana ya 'tonteó' con entrar en crisis a finales de 2018, cuando cayó un 0,2% en el tercer trimestre y cerró el año en plano. 

Cuando Alemania estornuda... Europa se constipa. Es una realidad patente a lo largo de los años y que sirvió a la Comisión Europea (CE) para empeorar el pasado mes de mayo sus previsiones de crecimiento de la eurozona tanto para 2019 como para 2020, debido precisamente a los problemas a los que se enfrenta Alemania, para quien espera una expansión este año de apenas el 0,5%, seis décimas menos que lo que calculaba en su proyección de febrero. En consecuencia, Bruselas estima que el PIB de la zona euro crecerá un 1,2% este año, frente al 1,3% que calculó anteriormente, y se acelerará en 2020 al 1,5%, una décima menos que lo que preveía en invierno.

Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha alertado de la "precaria" previsión económica de la eurozona debido a los riesgos de las tensiones comerciales a nivel global, a la "alta" posibilidad de que se produzca un Brexit sin acuerdo y a que los países endeudados no han creado colchones fiscales ni terminado de implementar reformas estructurales.

La resistencia de la economía española

En este contexto, España sigue encabezando el crecimiento económico entre los países del entorno. Tanto es así que pese a los tambores de crisis y las malas noticias que llegan de los indicadores del exterior, la ministra de Economía, Nadia Calviño, sostiene que el Gobierno español va a revisar al alza sus previsiones de crecimiento para el conjunto de 2019. "España está capeando mejor que otros países esta situación de incertidumbre internacional" y  "tiene una mejor situación de cara a los próximos meses", ha asegurado esta misma mañana en los micrófonos de RNE, justo después de conocer el mal dato de Alemania. 

Lo cierto es que, según los datos que ha facilitado hoy Eurostat y de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), la economía española creció en el segundo trimestre de 2019 un 0,5% en tasa trimestral y un 2,3% anual, frente al 0,2% y el 1,1% del área del euro, respectivamente, en igual espacio temporal. España crece, efectivamente, mucho más que el conjunto de los países de la moneda única. 

En paralelo, el frenazo del PIB en la zona euro también afectó a la creación de empleo. La oficina estadística europea ha confirmado que en el segundo trimestre de este año apenas aumentó la ocupación un 0,2% respecto al trimestre anterior, lo que implica el menor ritmo de creación de empleo en los últimos cuatro años. Mientras, en tasa interanual, el empleo de la eurozona apenas crece ya un 1,1%. Tasas, de nuevo, muy alejadas de las que se observan en España, donde la ocupación creció un 2,38% respecto al segundo trimestre de 2018. No obstante, el parón también se deja sentir en el mercado laboral español, pues hay que recordar que el ritmo de crecimiento del empleo superaba el 3% en el inicio del año. 

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