El espejismo del ahorro dispara la venta de lotería ¿Adelanta el final de la crisis?

Durante 2020, un año totalmente excepcional protagonizado por la pandemia del coronavirus, las restricciones, los cierres y las regulaciones temporales de empleo, las ventas de loterías cayeron más de un 15%. Pese a que este porcentaje pueda resultar llamativo, buena parte de ese descenso estuvo motivado por los cierres de administraciones de lotería, pero sobre todo porque durante tres meses no se celebraron sorteos. En la práctica, durante los periodos de crisis, según diversos estudios, los ingresos de los organismos de lotería descienden, aunque hay más compradores, pero también adquieren cantidades menores. En estos periodos, los sorteos de la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) marcan el paso y, sobre todo, los sorteos instantáneos.

Las cifras de 2014 y, sobre todo, de 2015, cuando en la práctica se puso punto y final a la crisis económica iniciada en 2008, como reflejan los datos de la Contabilidad Nacional, las ventas de loterías evidenciaban la remontada de la recesión, pero en la actualidad hay algunos aspectos diferentes, pese a que las cifras son muy similares a las de esos años. El negocio de las apuestas recupera la senda de crecimiento, pero los pronósticos de la economía no son demasiado favorables, excepto los del Gobierno, que contrastan con algunos más pesimistas,  como los de organismos como el Banco de España, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y, más recientemente, el Instituto de Estudios Económicos (IEE). 

El ahorro, que ha contribuido a que muchos ciudadanos tengan un colchón con el que afrontar una coyuntura negativa durante un tiempo muy moderado, aumentó en 2020 como consecuencia de las restricciones impuestas por la pandemia y el temor al contagio. Según los datos que maneja el servicio de estudios económicos de BBVA, el ahorro de los hogares españoles creció en 60.807 millones de euros en 2020 hasta superar el 14,7% de su renta bruta disponible, 6,6 puntos porcentuales por encima de la media de las últimas dos décadas. La mayor parte de este dinero guardado se debió a la imposibilidad de consumir, mientras que la incertidumbre asociada al mercado de trabajo explicó el resto. Esa es parte de la consecuencia del aumento del consumo actual.

Qué mejor que invertir en un producto que puede dar una alegría, incluso conscientes de las pocas posibilidades, en un escenario incierto

La absorción del exceso de ahorro acumulado en 2020 impulsará el gasto de los hogares en los próximos trimestres, aunque la incertidumbre es excepcionalmente elevada, aseguraba el informe. Y qué mejor que invertir en un producto que puede dar una alegría, incluso conscientes de las pocas posibilidades, en un escenario incierto. La lotería de Navidad supone el 30% de las ventas del año y los loteros que forman parte de la Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administradores de Lotería (Anapal) estiman que en 2021 se venderán más de 3.100 millones de euros, un 15% más que en el ejercicio anterior, y que 24 millones de españoles -que comprarán más de 150 millones de décimos- jugarán en el Sorteo de Navidad para hacerse con 'El Gordo'.

Un estudio elaborado hace ya casi una década desvelaba las actitudes en el gasto derivadas de las crisis, sobre todo en lo referente a los que tenían que ver con las apuestas y loterías. El informe de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) apuntaba que durante la gran recesión de 2008 se incrementó la cantidad de jugadores, pero el dinero invertido fue mayor que en tiempos de bonanza económica. Y daba una de las claves :"En época de crisis la sociedad se alimenta de ilusiones y el juego siempre genera expectativas de éxito". 

Los científicos del Instituto de Política y Gobernanza de la UC3M, a partir de los datos recopilados entre 2009 y 2011 -los peores años de la crisis- constataban que se había incrementado el número de personas que juega pero lo hacen arriesgando cantidades más pequeñas. "Además, los jugadores cotidianos han disminuido su frecuencia de juego, lo que supuso un descenso de la cantidad global de jugada". Los que jugaban de vez en cuando lo hicieron con más frecuencia con el objetivo de salir del bache económico. 

Respecto al sorteo de la Lotería de Navidad, en el año de la pandemia, Castilla y León, una de las regiones más despobladas, fue la comunidad autónoma que más gasta. Las últimas navidades cada español gastó 55 euros de media, una cifra inferior a la de los dos años anteriores, durante los cuales el gasto medio por persona creció de los 61 euros en 2018 a los 62 en 2019, según los publicados por la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (Selae). Las ventas de la Lotería de Navidad de 2020, que cayeron un 11,1% respecto a las últimas navidades prepandemia de 2019, puso fin a una c serie que la llevó a sus máximos históricos este último año, dado que las restricciones impuestas para contener la curva de la Covid -cierre de despachos y fin de los sorteos durante tres meses- impactaron en este gasto.