"Un juez norteamericano decide el destino de millones y millones de argentinos. ¡No puede ser, que no se le permita!", sostuvo Lula con énfasis al disertar como principal orador del Congreso Internacional de Responsabilidad Social ante centenares de funcionarios, economistas y políticos.
Lula lanzó su frase en el marco de una visita de tres días en tono de campaña en favor del candidato oficialista a presidente Daniel Scioli y el mismo día en que la Asamblea General de la ONU aprobó por abrumadora mayoría una resolución no vinculante para regular la reestructuración de deudas soberanas y evitar batallas judiciales como la de Argentina contra los fondos especulativos.
El magistrado neoyorquino Thomas Griesa emitió fallos en favor de inversionistas especulativos, por una deuda impaga original de 1.330 millones de dólares. Los litigantes integran un 7% de bonistas que rehusaron adherir a la reestructuración de la deuda soberana argentina.
En represalia al país, una sentencia de Griesa impide a algunos bonistas del 93% que aceptó la reestructuración cobrar en regla el dinero que le giró Argentina.
La resolución de la ONU establece que "un Estado tiene el derecho de diseñar su política macroeconómica, incluyendo la reestructuración de su deuda soberana, la cual no debe ser frustrada o impedida por ninguna medida abusiva".
Los 'fondos buitres' son llamados así por comprar a precio vil o de remate títulos de países en 'default', como Argentina a finales de 2001, y luego intentar por vía judicial su cobro al 100% en efectivo, sin aceptar ninguna refinanciacón.
Lula empleó su tono enérgico de crítica a los especuladores en momentos en que Brasil acaba de perder el grado inversor de su deuda soberana con el argumento de que perdió capacidad de ajuste fiscal, según la agencia de calificación internacional Standard and Poor's.
"Todas las experiencias de ajuste llevaron a los países a un empobrecimiento", afirmó el exmandatario brasileño, quien se reunió el jueves con la presidenta Cristina Kirchner.
La visita se produce en momentos en que su sucesora, Dilma Rousseff, ambos del Partido de los Trabajadores, atraviesa una impopularidad sin precedentes.
Lula se declaró "hincha" (torcedor) del candidato presidencial peronista Scioli, el más votado (38%) en las primarias obligatorias y nacionales del 9 de agosto, delante del conservador Mauricio Macri (30%) y del peronista opositor Sergio Massa (20%).
Las elecciones presidenciales y legislativas se celebrarán el 25 de octubre.
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