Luyendijk: "Nada ha cambiado. Una nueva crisis financiera es inevitable"

  • El periodista y antropólogo holandés ha logrado romper el silencio de los tiburones de la City y destapar sus miserias. Durante dos años, entrevistó a más de 200 banqueros.

    Luyendijk aboga por eliminar los incentivos a los banqueros -al límite de la legalidad- y por hacer más pequeños los bancos, "para que cuando caigan lo hagan de una manera segura".

Luyendijk: "Nada ha cambiado. Una nueva crisis financiera es inevitable"
Luyendijk: "Nada ha cambiado. Una nueva crisis financiera es inevitable"

Más de 200 ejecutivos, banqueros, agentes de bolsa, contables y secretarias que han trabajado o trabajan en la City londinense, el centro de negocios en el que cada día se venden productos financieros por valor de casi dos billones de dólares -1,75 billones de euros-, la tercera parte del total de dinero que se mueve en el planeta, han roto su silencio.

Durante dos años, el periodista y antropólogo holandés Joris Luyendijk se ha metido a fondo en la City para entender el funcionamiento de este centro financiero y conocer en primera persona las vergüenzas, las miserias, los sentimientos, las debilidades y las amoralidades -a través de más de 2.000 entrevistas- de estos "delatores involuntarios" de un mundo que apenas ha cambiado desde que tras la caída de Lehman Brothers se produjese la peor crisis financiera de la historia.

Luyendijk se trasladó en 2011 a Londres después de haber trabajado como corresponsal en Oriente Medio para desarrollar un blog para el diario británico The Guardian en el que, desde un punto de vista singular, fue desvelando interioridades del sistema financiero y publicando entrevistas a muchos de sus protagonistas. El antropólogo Luyendijk se convirtió así en un detective, en un Tintín entre los banqueros, con el objetivo de acercar a los no iniciados a un tema demasiado complicado.

Todo ese trabajo y experiencias se reunió poco tiempo después en un libro ameno, pensado tanto para profanos como para conocedores de este mundo oscuro.

El periodista holandés ha visitado Madrid para presentar ese libro, que lleva el título Entre tiburones. Una temporada en el infierno de las finanzas (Malpaso Ediciones), y ha atendido a las preguntas de lainformación sobre esta obra que ha sido número 1 en ventas en Holanda. Suecia, Bélgica y Finlandia.

El culpable es el sistema, no las personas

"Estoy convencido de que si pudiéramos enviar a toda la City a una isla desierta y pusiéramos en su lugar un nuevo grupo de 250.000 personas, enseguida volveríamos a ver el mismo tipo de abuso y mal funcionamiento. El problema es el sistema, no las personas".

Luendijk presenta su receta para evitar una nueva crisis económica y financiera, o al menos una no tan profunda. Aboga por un cambio radical del sistema y eliminar unos incentivos a los banqueros que son perversos. "A los banqueros se les retribuye al límite de la legalidad y nadie les penaliza si hacen barbaridades", asegura.

El investigador apuesta por desmantelar los grandes bancos que tenemos hoy y hacerlos más pequeños y más sencillos, "para que cuando caigan no nos puedan hacer chantaje". "No se puede evitar que los bancos vuelvan a caer" en una crisis, pero sí se puede "crear un sistema en el que caigan de una manera segura", señala.

Además, asegura, que los bancos no deberían implicarse en actividades que crean conflictos de intereses o en la venta o adquisición de productos financieros demasiado complejos.

¿Y por qué se produjo el crack de 2008? "Todo lo que sucedió fue así porque a los banqueros les premian por tomar riesgos", admite, dejando claro que nada o casi nada ha cambiado y que seguimos a la espera del estallido de una nueva burbuja. En su opinión, el sistema financiero no castiga los malos hábitos, sino que premia por igual las malas prácticas y las buenas, como ha ocurrido con la "comercialización de los productos tóxicos".

El periodista asegura contundente que estamos abocados a una nueva crisis económica y financiera, que es inevitable. "No podemos evitar que los bancos quiebren. Estamos predispuestos a una nueva crisis, pero nadie sabe cuando se producirá. La de 2008 apareció por sorpresa. Y lo mismo ha pasado con Grecia. Lo mismo pasará con la próxima crisis", señala.

Luyendijk describe en el libro seis perfiles diferentes de banqueros y agentes bursátiles, cada uno con una responsabilidad, con una forma de actuar y con unas actitudes más o menos peligrosos. Destaca la historia de un banquero en Londres que en pleno 11 de septiembre de 2011 y con claros indicios de que los aviones que se estrellaron contra las torres gemelas eran producto de un atentado, decidió vender acciones de aseguradoras, aerolíneas... aquel día ganó mucho dinero para su banco. Era feliz, pero solo pocas horas mas cayó en la cuenta que tenía amigos trabajando en las Torres Gemelas y no había pensado en ellos ni un segundo.

Son los banqueros psicóticos, los que han perdido el contacto no sólo con el resto de la sociedad, sino también con la realidad.

Además, describe a los banqueros neutrales -que entienden que su trabajo es útil- , los rezangones -los que trabajan no por avaricia, sino por miedo, y se sienten atrapados-, los amos del universo -vanidosos, que ven en su trabajo una competición-, los cortos de miras -que no admiten que las cosas se hicieron mal- y los banqueros malvados -hombres de piedra, calculadores que buscan eliminar en sus decisiones cualquier emoción-.

¿Pero cuáles de estos banqueros son los más peligrosos? Luyendijk admite que los más nocivos de todos son sin duda los banqueros indiferentes. "Son los que crean los productos tóxicos, que además son legales", asegura.Puertas giratorias y el papel de los políticos

Luyendijk tampoco se olvida de los políticos, de todo signo, y de su papel en la crisis financiera. Identifica, como con los banqueros, varios perfiles y admite que un buen número de ellos pueden ser encuadrados en el de amos del universo, los que consideran que la política es realmente un juego. Los políticos, asegura, han fracasado por que no han sido capaces de articular soluciones para uno de los temas más urgentes y denuncia el inmenso poder del lobby financiero y el lucrativo “circuito de conferencias, puertas giratorias y segundas carreras”.

“Timothy Githner y Hillary Clinton dieron un serie de conferencias en Godlman Sachs por las que cada uno recibió 200.000 dólares... El ex primer ministro Tony Blair no es el único que ha ganado muchísimo más dinero como consejero de un megabanco que cuando trabajó para su país... Axel Weber, el presidente del banco central alemán, acabó dirigiendo el megabanco suizo UBS...”, detalla Luyendijk, que admite que los cargos públicos y los políticos han dejado de ser un poder compensatorio del mundo de las finanzas y han convertido sus puestos en un trampolín para pasarse a ese mundo.

Luyendijk ha conseguido romper el estricto código del silencio de los tiburones de las finanzas para sacar a luz de las entrañas de la fiera. Una fiera que sigue incontrolada y que lo seguirá hasta que alguien decida poner remedio.

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