España está viviendo un periodo de oro para sus exportaciones. Nuestro país no solo lidera el alza de las ventas al exterior en Europa, con un avance del 9,1% anual, sino que además bate sus propios récords. Entre enero y noviembre, nuestro país exportó 255.155 millones de euros, más que en todo el año anterior (cuando se colocaron 254.530 millones) y un nuevo máximo histórico. El sector exterior se mantiene sin embargo en negativo debido, sobre todo, a nuestra dependencia energética.
De hecho, las importaciones crecieron a un ritmo mayor, lo hicieron un 11% hasta los 277.849 millones en el mismo periodo, lo que situó el déficit comercial en 22.694 millones. El desequilibrio comercial español se ha ensanchado un 39% entre 2016 y 2017.
La tasa de cobertura, es decir, el porcentaje de exportaciones que puede pagarse con las importaciones realizadas en el mismo periodo, se reduce ligeramente hasta el 91,8%. Es su tercer mejor dato de toda la serie. El incremento de los precios fue mayor en el caso de lo que importamos (5,8%), que en el de las exportaciones (0,6%).
Los efectos de la dependencia energética de España se aprecian claramente en el hecho de que el saldo no energético arrojó un déficit de 3.425 millones de euros (el doble que el registrado un año antes), mientras que el déficit energético se disparó un 31%, hasta los 19.269 millones.
Mucho más dinamismo que en el resto de Europa
El incremento de las exportaciones españolas entre enero y noviembre está por encima del crecimiento del conjunto de la zona euro (7,6%) y de la UE (7,9%), así como de Italia (7,9%), Alemania (6,5%), EEUU (6,5%), China (6,3%) y Francia (5,2%). En cambio, es menor al del Reino Unido (15,7%) y Japón (12%).
Los sectores más dinámicos fueron los bienes de equipo, con un alza del 9% (representan un 20% del total); seguidos de alimentación, bebidas y tabaco (creció un 7%); productos químicos (subió un 8%) y manufacturas de consumo (10%). Por el contrario, el sector del automóvil vio caer las ventas a otros mercados un 0,9%, debido sobre todo al descenso de las ventas a Reino Unido, Turquía y Francia.
El crecimiento de las importaciones se explica por el aumento de los precios de los productos energéticos y por la consolidación de la recuperación en España. Las importaciones de bienes de equipo aumentaron un 9% interanual; las de productos químicos un 6%; las de productos energéticos, por el contrario, crecieron un 39%.
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