Cataluña sufre ya el golpe secesionista... mientras PIB y empleo vuelan en España

  • Con la información de que dispone el Banco de España, la autonomía se ve afectada ya por la tensión política, sobre todo en gasto privado y turismo
España sortea la crisis política... Cataluña no
España sortea la crisis política... Cataluña no

De momento, tanto la economía española como el empleo mantienen el tipo y a finales de año habrían logrado sortear los efectos de la crisis política catalana. Sin embargo, esta autonomía sí está sufriendo ya en carne propia los efectos del desafío independentista, sobre todo en lo que respecta al gasto privado y al turismo. El último boletín trimestral del Banco de España (BdE) constata que el PIB ha crecido al 0,8% entre octubre y diciembre a nivel nacional, al mismo ritmo que el trimestre anterior, y que el empleo aumenta un 3,2%, su mayor alza en un año.

Son noticias positivas que no esconden, sin embargo, las advertencias que el regulador ya ha hecho de cara al año que viene y siguientes. Justo antes de las elecciones catalanas el BdE estimó que el PIB crecería una décima menos tanto el año que viene como el próximo en el mejor de los casos, y el escenario abierto tras la victoria independentista del 21-D prolongará en el tiempo la incertidumbre. 

Con la información disponible, el organismo hace hincapié en que "la actividad económica se habría desacelerado en el último tramo del año en Cataluña en mayor medida que en la media de las CCAA consideradas". Esto ha sido así por el "peor comportamiento" de los indicadores de empleo, turismo y mercado de la vivienda en relación a lo observado en otros territorios y, en particular, en las autonomías con mayor peso económico.

"La incidencia final de este elemento de riesgo sobre el conjunto de

la economía española en el cuarto trimestre dependerá de la magnitud y de la persistencia que este acabe teniendo", añade la entidad. Así, un hipotético rebrote de las tensiones en los próximos meses podría llevar a un impacto más pronunciado sobre las decisiones de consumo e inversión de los agentes del que proyecta actualmente.

La clave para que nuestro país haya capeado hasta ahora el temporal catalán viene del sector exterior, que vuelve a tomar las riendas del crecimiento en el último tramo del ejercicio. De momento, el Banco de España mantiene ese escenario de desaceleración paulatina de la actividad de aquí a 2020, sobre todo a medida que la política del Banco Central Europeo ya no sea tan expansiva. Contempla, así, que el PIB avance al 2,4% en 2018 y al 2,1% los dos próximos ejercicios.

Con los datos disponibles del último trimestre del año, la industria manufacturera muestra "una trayectoria más favorable" que los servicios, lo que "resulta coherente con un mejor comportamiento del componente externo de la demanda frente al interno". De este modo, tanto el consumo privado como la inversión en bienes de equipo habrían reducido sus ritmos de avance en los últimos meses del año, mientras que se habría fortalecido la inversión en construcción.

Con todo, la entidad incide en que la información disponible referida al trimestre todavía es relativamente reducida, "lo que, en particular, dificulta una valoración precisa del impacto del aumento de la incertidumbre".

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