La crisis catalana sí afectará al empleo. En el escenario más moderado de cuantos prevén organismos y expertos, el desafío independentista supondrá la pérdida, al menos, de 100.000 puestos de trabajo en nuestro país el año próximo. Es el cálculo que hacen los economistas en caso de que la incertidumbre reduzca 4 décimas el crecimiento previsto en 2018, una posibilidad que el propio Ministerio de Economía contempla como muy posible.
Su titular, Luis de Guindos, aseguró ayer que el Ejecutivo trabaja con una proyección "prudente" de cara al año que viene, en la que la "incertidumbre" generada por la crisis catalana tendría un impacto de entre cuatro y cinco décimas sobre el PIB, esto es, de unos 5.000 millones de euros.
En su último cuadro macroeconómico el Gobierno reduce al 2,3% el avance previsto en 2018 y señala que, de no haberse producido la crisis catalana, el repunte de la riqueza se habría situado entre el 2,7 y el 2,8% el año que viene.
En la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) calculan que por cada décima que se reduzca el crecimiento se pierden alrededor de 25.000 puestos de trabajo. De este modo, si la economía avanzase entre cuatro y cinco décimas menos (como prevé De Guindos) España perdería entre 100.000 y 125.000 empleos.
Unos 300.000 empleos si la crisis se agrava y prolonga
El anterior es, en cualquier caso, del escenario menos pesimista de los que se han barajado en las últimas semanas. Una previsión moderada con la que coincide la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). El organismo fiscalizador alerta, sin embargo, de que si la crisis se agravase y se prolongase en el tiempo, el PIB podría perder 1,2 puntos el año que viene. En ese caso hipotético la merma sobre el empleo sería notable y alcanzaría, incluso, los 300.000 puestos de trabajo.
Este escenario extremo que la AIReF también ha puesto sobre la mesa coincide con los peores pronósticos del Banco de España (BdE), si bien el regulador amplía el horizonte temporal al año 2019. Así, calcula que un agravamiento de la crisis restaría 2,5 puntos a nuestra riqueza a lo largo de los dos próximos años.
La inercia económica salvará este año
El director de Coyuntura de Funcas, Raymond Torres, incide en que la clave está en si se consigue alejar el riesgo de secesión o si éste se mantiene, puesto que de ser así tendría un impacto significativo sobre el empleo. Advierte de que todo se verá a partir de las elecciones del próximo 21 de diciembre. Si el resultado no es el esperado y se reabre el debate, el impacto sería aún mayor en Cataluña.
"Lo peor sería que de repente se detuvieran los flujos financieros, que se detuviera el crédito y los inversores, sobre todo los internacionales, empezasen a retirarse", sentencia.
Cataluña aportó a España el 19% de la riqueza en 2016
El año pasado Catalunya aportó el 19,03% de la riqueza generada por el conjunto de España, su mejor registro desde el año 2000. En 2016 la economía catalana creció un 3,5%, tres décimas por encima de la media nacional, algo que ha venido sucediendo desde 2013. Desde entonces, el avance acumulado ha sido del 1,9%, frente al 1,5% del conjunto del país.
Carlos Martínez, presidente del IMF Business School apunta a la Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre, en la que podrá apreciarse si existe algún tipo de impacto de la incertidumbre sobre el mercado laboral español. "Hay que tener en cuenta que Cataluña aporta en torno al 18 o 19% al PIB español", remarca, por lo que su peso sobre el conjunto es notable. En este sentido, Raymond Torres considera que la inercia económica impedirá que el empleo se resienta a finales de este año, máxime cuando se espera que el PIB mantenga tasas de avance superiores al 3%.
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