Las estadísticas europeas lo remachan: España invierte poco en protección social

  • Frente al 20% de la eurozona, el Estado destina menos del 17% del PIB. El país consagra solo un 9,2% a los mayores, pese a las pensiones.
La atención sanitaria diaria cuesta 9 euros por dependiente en centros privados
La atención sanitaria diaria cuesta 9 euros por dependiente en centros privados

Solo dos días después de que la Comisión Europea llamara la atención a España por las altas cifras de pobreza y desigualdad y la falta de eficacia para combatirlas, la agencia estadística europea Eurostat ha puesto otro botón rojo en su expediente. El país invirtió en 2016 por debajo de la media de la Unión Europea a gastos de protección social, con un 16,8 % de su PIB, frente al 19,1 % del club comunitario y el 20 % de la eurozona. El dato español, aún provisional, es inferior al 17,1 % anotado un año antes, cuando también se ubicó por debajo del promedio.

La protección social, que incluye pensiones, costes por enfermedad o prestaciones de desempleo, fue la partida de gastos más importante de las administraciones públicas en todos los Estados miembros durante 2016,  una quinta parte del PIB (19,1 %) y más del 40 % del  total. 

Por países, el gasto osciló desde el 25,6 % de Finlandia hasta el 9,9 % de Irlanda. Finlandia, Francia, Dinamarca, Austria, Italia, Grecia, Suecia y Bélgica destinaron al menos el 20 % de su PIB. Irlanda, Lituania, Rumanía, Letonia, Malta, la República Checa y Bulgaria, menos del 13 %.

En un escenario regional con un 19,2% de mayores de 65 años, el colectivo se lleva el grueso del gasto social. La apuesta fue en especial importante en Grecia (16 % del PIB), Finlandia (13,7 %), Francia e Italia (13,5 %) y Austria (13 %). España, de nuevo por debajo de la media del 10,02% del PIB, gastó un 9,2%.

Sanidad y otros servicios

Tras la protección social, se situaron en el conjunto de la UE la sanidad (7,1 %), los servicios públicos generales como los asuntos exteriores y las transacciones de deuda pública (6 %), la educación (4,7 %) y las cuestiones económicas (4 %).

El orden público y la seguridad (1,7 %), la defensa (1,3 %), la recreación, cultura y religión (1 %), la protección del medio ambiente (0,7 %) y la vivienda y servicios comunitarios (0,6 %) tuvieron un peso más limitado.

Entre los Estados miembros, Dinamarca (8,6 %) y Francia (8,1 %) registraron el mayor porcentaje del PIB dirigido a la sanidad. En educación, Dinamarca y Suecia (6,9 %), Bélgica (6,4 %) y Finlandia (6,1 %) hicieron lo propio. España se situó, una vez más, por debajo de la media comunitaria tanto en sanidad (6 %) como en educación (4 %).

En asuntos económicos, Hungría (7,1 %) y Bélgica (6,5 %) ocuparon las primeras posiciones, pero en los servicios públicos generales Grecia (9,2 %) se colocó en la vanguardia.

Por lo que a la defensa se refiere, Estonia (2,4 %), Grecia (2,1 %) y el Reino Unido (2 %) se posicionaron en cabeza, en contraste con España, que dedicó un 1 %.

Bulgaria (2,4 %) destinó la mayor proporción de su PIB entre los países de la UE al orden público y la seguridad; Grecia (1,6 %) y Holanda (1,4 %), a la protección del medio ambiente y tanto Hungría (3,3 %) como Estonia (2,1 %), a la recreación, cultura y religión.

El gasto total de las administraciones públicas supuso el 46,3 % del PIB en la UE y el 47,6 % en los diecinueve países que comparten la moneda única. En España, fue del 42,2 %.

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