Donald Trump ha desatado una gran guerra comercial en la que muchos países saldrán claramente perjudicados. Las decisiones del presidente de Estados Unidos perjudicarán gravemente a China y la Unión Europea, pagando España parte de los platos rotos por dicha actuación.
El Banco de España (BdE), en su último boletín económico 'Las medidas proteccionistas no arancelarias y las exportaciones españolas' alerta del impacto económico que tendrán las decisiones llevadas a cabo por Donald Trump. Algo que no es nuevo (siempre ha habido impuestos o aranceles a la importación) pero que se ha agudizado desde que al otro lado del Atlántico se introdujeran aranceles a la importación de acero y aluminio. El impacto directo de la decisión, si bien es reducido según el estudio, podría llegar a ser muy severo si asistimos a sucesivas rondas de medidas de represalia mutua entre los distintos países afectados.
Las medidas de Trump son muy claras pero podría haber otras mucho menos evidentes: ayudas financieras a la industria nacional, condiciones en proyectos de licitación pública para perjudicar a los competidores extranjeros o requisitos fitosanitarios que han de cumplir los productos importados, por citar tres ejemplos que perjudicarían a los países exportadores a Estados Unidos. El objetivo, por tanto, es paliar los efectos de la crisis sobre la industria nacional, y en esto, Estados Unidos va un paso por delante del resto.
Estados Unidos, durante el periodo 2009-2017, ha impuesto más de 1.400 nuevas barreras no arancelarias. Bastante por encima de países como India (800) o Rusia (600), por no hablar de países como China (en torno a 350) o España (cerca de 300). Entre las regiones más perjudicadas estaría España, 'número uno' de Trump al afectar más de una de cada tres medidas restrictivas a nuestro país. En concreto, 546 de las 1.400 citadas anteriormente y, desde una perspectiva sectorial, los productos más protegidos (o penalizados) por EEUU obedecen a la rama de la metalurgia.
Los resultados del BdE evidencian que el crecimiento de las exportaciones destinadas al país que impone una barrera no arancelaria es 3,1 puntos porcentuales al de las exportaciones de la misma empresa destinadas al resto de países, por lo que tiene un efecto negativo relevante. Más aún, si tenemos en cuenta que el crecimiento anual medio de las exportaciones entre 2009-2013 es del 6,5%.
Actuaciones de la Unión Europea
La Unión Europea, visto este rebotre de proteccionismo comercial, ha buscado promover acuerdos que tiendan a reducir tanto las barreras no arancelarias al comercio de bienes como en general, todo tipo de obstáculos que limiten el movimiento no solo de bienes sino también de servicios, personas y flujos de inversión.
Las negociaciones abiertas entre la UE y América Latina, como Mercosur o México, podrían culminar en acuerdos plenos de libre comercio, beneficiando a las empresas españolas debido a su presencia en sectores con elevado potencial de crecimiento, como es el de obra pública, gracias a su cercanía cultural. Por citar un ejemplo, hay que destacar que en el primer año transcurrido desde la adhesión de Ecuador al acuerdo de libre comercio de la UE con Colombia y Perú, en enero de 2017, las exportaciones españolas a dicho país aumentaron un 47%.
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