Prepara su sucesión para 2027

Macron impulsa una refundación de su partido a medio gas y cambia de nombre

'Renacimiento', la denominación que sustituye a La República en Marcha, ha incorporado a dos pequeños partidos, Agir, de centro derecha, y Territorios de Progreso, de centroizquierda.

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Macron impulsa una refundación de su partido a medio gas y cambia de nombre. 
EFE

Renacimiento es la nueva denominación del partido oficialista que sustituye a la formación fundada por el presidente francés, Emmanuel Macron, en 2016, La República en Marcha (LREM), y que fue aprobado este sábado por el Congreso de la LREM. Renacimiento ha incorporado a dos pequeños partidos, Agir, de centro derecha, y Territorios de Progreso, de centroizquierda. Como aliados, pero con independencia de funcionamiento, cuenta con el centrista Modem, del ex candidato presidencial Francois Bayrou, y con el centroderechista Horizontes, del antiguo primer ministro Edouard Philippe (2017-2020).

Los militantes de la LREM aprobaron por clara mayoría los nuevos estatutos de Renacimiento y la nueva Ejecutiva. El eurodiputado Stéphane Séjourné, presidente en la Eurocámara del grupo liberal Renovar Europa, será el encargado de llevar las riendas. Macron, quien en las elecciones de 2017 dio un golpe de gracia a los partidos tradicionales de izquierda y derecha, dejó un mensaje por vídeo en el que expresó su "emoción" por el alumbramiento del nuevo partido y recalcó que, aunque sabe que es presidente de todos los franceses, "es consciente de dónde viene".

Renacimiento, que cuenta con unos 26.000 militantes activos, tendrá un funcionamiento diferente al de LREM, que nació como un movimiento "ni de izquierdas ni derechas" que se organizó a través de Internet. La formación ahora creada exigirá cuotas a sus militantes, que no podrán afiliarse a otros partidos, regresando de alguna manera al "modus operandi" de las fuerzas políticas tradicionales. La falta de anclaje local y el auge de los movimientos populistas son los principales desafíos del nuevo partido, que además tendrá la misión de buscar a un sucesor para Emmanuel Macron, que en 2027 acaba su segundo y último quinquenio. Actualmente, Renacimiento y sus aliados son el principal grupo en la Asamblea francesa, aunque gobiernan en minoría.

Macron se impuso frente a Le Pen en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del pasado mes de abril, marcada por la fuerte abstención y se vió obligado a remodelar parte del Gobierno francés tras la renuncia de Jean Castex como primer ministro. La entonces titular de Trabajo, Élisabeth Borne, de la órbita socialista, fue la elegida para encarbezar el Ejecutivo galo, en un esfuerzo por dotar a la jefatura del Gobierno de un perfil más social y ecologista, ya que Borne encabezó los ministerios de Ecología y de Transportes durante el primer mandato de Macron (2017-2022).

La decisión va en línea la promesa realizada de convertir a Francia en una potencia energética, en medio de la crisis desatada tras la guerra en Ucrania. En este sentido, Macron ha hecho gala de su esfuerzo por convetirse en el gran receptor de gas natural licuado (GNL) de Alemania, que le ha generado varios roces con España. El último enfrentamiento entre ambos países se ha producido a causa de la propuesta del Gobierno español de terminar de impulsar el gasoducto transpirenaico (Midcat) -paralizado desde 2019-, iniciativa a la que Francia se opone por completo. La escalada de la tensión ha obligado a los socios a dejar en manos de Bruselas la decisión para que sea la Comisión Europea la que determine si puede ser un proyecto clave de cara al otoño e invierno del periodo 2023-2024.

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