Macron se aferra al plan para retrasar el retiro a 65 años, dos menos que España

Emmanuel Macron, reelegido para un nuevo mandato de cinco años como presidente de Francia, mantendrá su propuesta de reforma de pensiones, que ha defendido durante la campaña electoral y que prevé un aumento de la edad de jubilación de los 62 años actuales a los 65 de forma progresiva desde 2023 hasta 2032. En España la edad retiro oficial será de 67 años en 2027, ya que ha ido aumentando desde la reforma de 2013. Pese a todo, la reforma francesa estará abierta a propuestas y el presidente francés está dispuesto a aceptar algún tipo de incentivos para los que empezaron a trabajar a los 20 años o para los que han desempeñado empleos penosos. 

La primera generación en jubilarse a esa edad sería la nacida en 1969 -los 'baby boom' franceses- y también está previsto que la pensión mínima se sitúe en 1.100 euros al mes -inferior al salario mínimo actual en Francia-. En España se sitúa en 890 euros para los pensionistas con cónyuges a cargo y en 721 para los que no lo tienen y también son inferiores al SMI. Macron tiene previsto también eliminar algunos de los numerosos regímenes especiales que hay en Francia. La idea inicial era que los 42 actuales se agrupasen en solo uno, pero Macron ha moderado su intención.

El ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire, hizo hoy -lunes- un balance de la elecciones y reconoció que, detrás de la "gran victoria" obtenida este domingo por Macron en la segunda vuelta de las presidenciales frente a la ultraderechista Marine Le Pen, hay "una insatisfacción democrática muy profunda" y también "un mensaje de enfado de insatisfacción". En una entrevista en la emisora France Info, Le Maire insistió: "Nuestro deber, nuestra responsabilidad absoluta es responder a ese enfado" y "a esa insatisfacción" de diversas maneras.

La reforma de pensiones, menos drástica que la española, es duramente criticada tanto por la extrema derecha como la extrema izquierda

Una de ellas es "cambiar nuestra forma de gobernar" para permitir que los ciudadanos se pronuncien de forma más frecuente, no solo con referendos, sino con otros mecanismos "más simples" como podría ser "una enmienda ciudadana" que necesitaría la firma de 100.000 personas para elevarla al Parlamento. Le Maire fue interrogado sobre la reforma de las pensiones, a la que se han opuesto frontalmente los dos candidatos a la presidencia que quedaron en la primera vuelta por detrás de Macron (27,85%): Marine Le Pen (23,15%) y Jean-Luc Mélenchon (21,95%).

Afirmó que "no se tocará" el eje fundamental de esa reforma prometida por el presidente reelegido ayer con el 58,54% de los sufragios (frente al 41,46% de Le Pen), que es el retraso de la edad mínima de jubilación de 62 a 65 años. Pero al mismo tiempo, indicó que hay voluntad de discutir otros aspectos, como cuándo podrán jubilarse los que empezaron a trabajar antes de los 20 años. Es decir, si tendrán que esperar también hasta los 65 años.

Por otro lado, Le Maire confirmó que aunque haya cambio de Gobierno se mantendrá durante todo este año el conocido como "escudo de tarifas" de la energía, que ha bloqueado en un 4% el incremento de los precios de la electricidad y también los del gas. En cuanto a la rebaja de 18 céntimos en el precio del carburante que se aplica desde el 1 de abril, continuará al menos hasta finales de julio y a partir de entonces podría ser sustituido por otro dispositivo selectivo en el que trabaja el Ejecutivo.

El titular de Finanzas contó que una posibilidad sería compensar únicamente a las personas que tienen que hacer largos recorridos en coche para ir a trabajar y establecer una criba en función de los ingresos. Le Maire reiteró el mensaje de que "Francia es el país que más ha protegido a sus ciudadanos contra la inflación" y para ilustrarlo recordó que los precios en Francia progresan en términos interanuales un 4,5%, frente "al 7% en Alemania" y "cerca del 10% en España".