Afectan a empresas y transportes

La sombra de un golpe económico planea sobre Madrid tras el cierre de los colegios

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid
EFE

La aplicación de las medidas de "contención reforzada" en la Comunidad de Madrid, que van a suponer el cierre de todo el sistema educativo durante quince días, van a dejar a la región bajo la sombre de un golpe económico mucho mayor, dado que las fases siguientes en el protocolo de actuación ante la epidemia suponen tomar ya tomar medidas que afectan directamente a las grandes empresas, el consumo doméstico y los trabajadores.

Por lo pronto, tanto la presidenta de la Comunidad madrileña, Isabel Ayuso, como el ministro de Sanidad, Salvador Illa, se limitaron a recomendar el teletrabajo y la aplicación de medidas de flexibilización horaria en las empresas. Pero la expectativa clara por parte de las autoridades sanitarias de que habrá más casos que afecten a las compañías conllevará la entrada de decisiones más drásticas. Como la paralización o la limitación de la actividad en algunas de ellas y el control de las vías de comunicación y de los transportes públicos. 

El golpe ya ha empezado a notarse en los grandes eventos que se celebran en la capital de la región y del país, con Ifema como punto central. Ya hay casos de congresos programados para estas semanas que han sido aplazados 'sine die' o suspendidos directamente, como es el caso del World ATM Congress. Este evento, que es el gran encuentro sobre tráfico aéreo a nivel mundial que se celebra todos los años, estaba previsto para comenzar este 10 de marzo y finalizar el 13. Está por ver cómo afectan estas medidas de Sanidad al resto de la programación en las instalaciones de Feria de Madrid. Una incógnita que se cierne sobre el turismo e incluso sobre los grandes espectáculos deportivos. Unos ámbitos en los que Italia ya ha dado pasos para contener el virus, como el aislamiento del país, lo que ha provocado la consecuente caída en llegada de turistas, y la suspensión de la Serie A de fútbol. 

Como en la mayor parte de las grandes capitales, Madrid concentra los servicios de mayor valor añadido, las grandes corporaciones y los mayores salarios, hasta el punto de que a finales del año pasado, acaparó el 19,2% del Producto Interior Bruto español y se puso la primera en el ranking de generación de riqueza en España, por delante de Cataluña, que ostentaba ese puesto desde siempre, según datos del INE. El hecho de convertirse ahora en uno de los centros más azotados por el coronavirus, con 578 afectados y 17 fallecidos, coloca a la comunidad en una tesitura económica complicada para poder mantener ese liderato, según señalan ya algunos economistas, dada la poca diferencia que les separa todavía y el hecho de que en Barcelona y la comunidad catalana no hay tantos casos de infectados por el momento.

Fuentes del Ejecutivo madrileño señalan que por ahora se ha dejado en "stand by" cualquier plan para atajar los más que probables problemas en el ámbito económico, al centrarse ahora mismo la acción en la suspensión de la actividad educativa en todos los niveles y la atención sanitaria. De hecho, en la reunión de la presidenta de la Comunidad de Madrid con los portavoces de los grupos parlamentarios de este lunes no se ha llegado a abordar este asunto. Aunque fuentes parlamentarias transmiten que existe la preocupación de que haya que acabar aplicando las siguientes fases del plan, que provocaría un frenazo en la actividad económica. 

Tras anunciar la suspensión educativa total en la región, el gobierno madrileño ya ha entrado de facto en la fase 2, aunque no sea de manera oficial. Ahora, se abre un escenario en el que se decidirá si entran en vigor otras medidas, como son la posibilidad de suspensión de actividades de negocio, las cuarentenas en municipios y barrios completos afectados o las restricciones en el transporte urbano e interurbano, aunque sin cerrar fronteras. Una de las claves en ese contexto es la posible restricción en el uso de los coches privados a la hora de desplazarse a la capital, algo que dejaría aisladas a una parte de sus empresas y perjudicaría la actividad comercial. Esa situación, que ya se está viviendo en Italia, provocaría todo un descalabro en términos económicos para la región capitalina al afectar de lleno a sectores que son imprescindibles para su PIB

Los planes del Gobierno en este sentido afectan tanto a compañías como a trabajadores, aunque las fuentes consultadas no aclaran todavía cuál sería el camino a seguir. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ya ha apuntado que el primer paso va a ser el de evitar que haya aglomeraciones en las oficinas, promoviendo de esta manera los turnos rotatorios para evitar que muchos trabajadores coincidan en el mismo espacio durante un tiempo considerable que facilite los contagios. 

La guía que distribuyó el Ministerio de Trabajo ya apuntaba por dónde iría la estrategia, al establecer que en caso de que exista un riesgo de contagio en el centro de trabajo se debe paralizar la actividad laboral. También recogía la posibilidad de que se aplicaran expedientes de regulación de empleo temporal, además del fomento del teletrabajo, que ya se está aplicando en firmas donde se han detectado contagios. 

La región madrileña es la única a la que afectarían estas medidas, ya que es el territorio más problemático y de mayor extensión. De hecho, a su nivel solo están dos ciudades que son muy pequeñas en comparación, como son las localidades vascas de Vitoria y Labastida, por el momento. Por eso el varapalo económico inicial puede estar más concentrado en la Comunidad, que en un solo fin de semana ha pasado de ser un foco importante del virus a ser la principal afectada.

En un contexto de enfriamiento económico, con las bolsas desplomándose, que el foco de contagio se concentre en un solo territorio no es una buena noticia para Madrid. Sobre todo si le cuesta que le apliquen medidas de todo tipo que, por el interés general en la salud, paralicen su economía.

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