Madrid. Las investigaciones de la comunidad sobre agricultura de conservación, referente para los japoneses


La Comunidad de Madrid recibió recientemente la visita de una delegación japonesa constituida por tres especialistas en agricultura de conservación y cambio climático del Ministerio de Agricultura nipón, interesados en visitar y conocer los trabajos del Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (Imidra), en la finca de El Encín.
Fuentes de la Administración autonómica explicaron a Servimedia que los sistemas de laboreo, en los que se tiende a ser más eficiente con los recursos productivos como el suelo, el agua y la energía, se denominan sistemas de Laboreo de Conservación.
Señalaron que el Imidra es un referente nacional e internacional en estos ensayos de agricultura de conservación, gracias a la gran potencialidad que le confieren sus fincas experimentales e indicaron que en ellas se reúne tanto el terreno como las infraestructuras y el personal científico y técnico necesarios para obtener resultados fiables, en proyectos a largo plazo, con diseños y análisis de resultados validados estadísticamente. Destacaron que esta actividad es de “incalculable valor en la Comunidad de Madrid, con su entorno fuertemente urbanizado”.
Las mismas fuentes manifestaron que la delegación del Departamento de Producción Agrícola del Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca de Japón estaba especialmente interesada en conocer "in situ" los trabajos sobre agricultura de conservación que realiza el Ejecutivo regional en colaboración con la Universidad Politécnica de
Madrid.
El principal aspecto en el que se mostraron interesados es el ahorro de energía de los sistemas de laboreo mínimo y siembra directa en relación al sistema de laboreo convencional, estimado entre un 8 y 15%.
Con la aplicación de las investigaciones, la reducción de costes puede alcanzar el 20% cuando se contabilizan todos los factores de producción.
Otro de los aspectos importante de estos sistemas de agricultura de conservación es que el contenido de materia orgánica en los primeros 10 centímetros de profundidad es significativamente superior en el sistema de siembra directa que en el de laboreo mínimo, y éste a su vez superior al convencional. Los niveles de materia orgánica aumentan entre un 80 y 100% en el sistema de siembra directa.
También les interesaron los resultados sobre los niveles de biodiversidad, ya que bajo los tres sistemas de cultivo son prácticamente iguales.
Además, se les mostró la línea de investigación sobre las malas hierbas que invaden los cultivos y pueden hacer inviable económicamente su mantenimiento, un área de investigación tradicional en el Imidra. Esta línea trabaja con el fin último de conseguir un cultivo económicamente rentable con la mínima agresión al ecosistema, minimizando los aportes de agua, utilizando fertilización natural y reduciendo las labores mecánicas y, con ello, su huella energética.
La actividad del Imidra en el mantenimiento y cuidado de las fincas experimentales se remonta a 1980 y concretamente en la finca de El Encín de Alcalá de Henares.
Durante 22 años una serie de parcelas han sido manejadas con el objetivo de estudiar la respuesta del suelo, de los tipos de cultivo utilizados y de la vegetación arvense, a diferentes sistemas de laboreo de conservación. En la actualidad, se mantienen dos ensayos de larga duración y un tercero que se inició en 2002.

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