El ayuntamiento con más presupuesto de España busca soluciones para los problemas de tesorería que debe afrontar tras una serie de catastróficas desdichas. Ya fuera por los gastos extraordinarios durante la pandemia, por las consecuencias de la borrasca Filomena o por el incremento de los precios de la energía a los que debe hacer frente en la actualidad, las cuentas de Madrid tienen un roto que el gobierno de José Luis Martínez Almeida (PP) y Begoña Villacís (Cs) han tratado de aminorar con la venta de parcelas municipales. Ya sean para chalets, pisos, industria u oficinas, el gobierno madrileño lleva una legislatura vendiendo parcelas a lo ancho y largo de su término municipal, y la suma de ellas alcanza los 229 millones de euros.
El mayor roto de todos lo produjo la sentencia del Tribunal Constitucional que declaraba nulo el cálculo del impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (IVTNU), más conocido como la plusvalía municipal. Esta decisión ha generado un agujero de ingresos en los consistorios de toda España, que dejan de recaudar hasta 2.675 millones de euros, pero que afecta mucho más a Madrid dada su condición. A finales del año pasado, Almeida cifró en 200 millones el "roto" que esta nueva circunstancia generaba a sus cuentas, a lo que hay que sumar la caída de ingresos por no cobrar el impuesto de actividades económicas (IAE) o por bonificar impuesto de bienes inmuebles (IBI) durante la pandemia.
De esta forma, y pese a que el Ayuntamiento de Madrid ha aumentado en 1.000 millones de euros su presupuesto entre 2019 y 2022, hasta contar con un total de 6.161 millones para la ciudad, los ingresos directos (en los que se imputan el IBI o el IAE) apenas han subido en 31 millones, hasta 2.421 millones. Con el fin de compensar esta caída de ingresos, PP y Ciudadanos activaron uno de los mecanismos más socorridos en la ingeniería financiera de los ayuntamientos: la venta de suelo público. En este caso, además, justificada bajo esa permanente necesidad de oferta de viviendas nuevas en la ciudad que han llevado a sus dirigentes a reactivar todos los proyectos urbanísticos para expandir la ciudad hasta sus extremos.
Según obra en los registros de contratación y ha consultado La Información, el gobierno madrileño ha puesto a la venta parcelas por un total de 229 millones de euros, importe que, en cambio, no es el finalmente percibido por la hacienda local, ya que las fórmulas elegidas (subastas o cesiones) no es el inicialmente estimado. Es el caso de la venta de una cuarta parte de la parcela más cotizada de Madrid, situada en Valdebebas, y que el gobierno de Manuela Carmena pretendía destinar a un polémico proyecto de 'coliving'. Por esta parcela, el Ayuntamiento sacó mucho más de lo previsto: 26,8 millones pagó el Grupo Ibosa frente a los 16,8 millones solicitados. Sin embargo, el recibimiento de estas parcelas por parte de las promotoras ha sido desigual y muchos de los lotes han tenido que declararse desiertos.
Dentro de esos 229 millones se encuentra la valoración de las parcelas que Cibeles ha cedido a constructoras durante 45 años mediante la fórmula del derecho de superficie a cambio de que levanten viviendas para alquiler asequible, teóricamente a precios inferiores que los que están vigentes en esas zonas. Este primer lote, valorado en 27,3 millones, incluye otras dos partes de la troceada parcela de Valdebebas y otras tres parcelas en Méndez Álvaro, la última zona en desarrollo dentro de la M-30. Continuando con esta práctica, el gabinete que dirige Mariano Fuentes espera poder sacar un segundo concurso similar con otras ocho parcelas para 350 viviendas más en cinco distritos distintos.
Mientras llega, el Ayuntamiento ha sacado a la venta un nuevo concurso para vender nueve parcelas dedicadas a usos industriales y terciarios en distintos puntos de la ciudad, la mayoría de ellas en el sur, por las que espera sacar un mínimo de 29,2 millones de euros. Las dos más golosas, que se venden en pack por 16,2 millones, están situadas en el PAU de Carabanchel, una junto a la otra. Las dependencias de Cibeles esperan no repetir los fracasos de varias de las ventas propuestas, como el concurso de parcelas unifamiliares que se saldó con 21 lotes desiertos de un total de 38.
Las parcelas vendidas por el Ayuntamiento de Madrid duplican en valor a las enajenaciones que ha puesto en marcha la Comunidad de Madrid, gobernada por Isabel Díaz Ayuso, que ha formalizado la venta de parcelas por un valor de 115 millones de euros. Sin embargo, en este importe no entra la cuantía destinada al desarrollo del Plan Vive, la gran propuesta de la presidenta madrileña para levantar 5.000 viviendas en parcelas propiedad de la administración regional que serán construidas y gestionadas por la iniciativa privada a cambio de 990 millones de euros. Aunque su idea pasaba por levantarlas en máximo 12 meses, las primeras viviendas no saldrán al mercado, como pronto, hasta 2025.
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