Tensión en las carreteras y menos hacienda por la huelga comercial del campo

  • Buenos Aires, 23 mar (EFE).- La tercera jornada de la huelga de las patronales agropecuarias de Argentina contra la presión fiscal sobre el sector comenzó hoy con forcejeos entre camioneros y productores que bloquean una carretera como forma de protesta.

Buenos Aires, 23 mar (EFE).- La tercera jornada de la huelga de las patronales agropecuarias de Argentina contra la presión fiscal sobre el sector comenzó hoy con forcejeos entre camioneros y productores que bloquean una carretera como forma de protesta.

Además, la protesta se hizo sentir en el mercado de hacienda de Buenos Aires, el principal del país, al que hoy ingresaron unas 200 cabezas de ganado vacuno en lugar de las 3.000 que suele recibir para su comercialización los días lunes, según fuentes del sector.

La huelga comercial es acompañada con manifestaciones en medio centenar de puntos de Argentina y si bien en la mayoría de los casos los productores permanecen a la vera de las rutas, en algunos sitios se registran bloqueos totales de tráfico.

En la ruta 14, fundamental para el tránsito hacia Brasil y Uruguay, esta mañana hubo forcejeos entre hombres de campo que cortaban el tránsito a las afueras de la ciudad de Gualeguaychú y camioneros que pretendían circular.

Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria, una de las entidades organizadoras de la huelga, dijo que el clima en algunas carreteras está "enrarecido", habló de "gente que quema campos" y advirtió que esas situaciones son "funcionales al Gobierno".

El dirigente ratificó que las patronales agropecuarias "no alientan los cortes de ruta" y sostuvo que la protesta, que se inició el pasado sábado, no afecta "al mercado interno sino a la exportación".

Por su parte, el titular del sindicato de camioneros de Gualeguaychú, Antonio Alisegui, consideró que el enfrentamiento entre choferes y agricultores que cortan la ruta 14 "se va a profundizar" porque los productores están "muy agresivos".

El segundo paro convocado por las patronales agrarias en lo que va del año y el séptimo desde que se inició el conflicto hace un año incluye un cese de comercialización de granos y ganado vacuno en pie durante siete días.

El malestar en el sector se reavivó el jueves último, cuando el oficialismo se negó a dar quórum en el Parlamento para debatir un proyecto presentado por la oposición para bajar los impuestos a las exportaciones de granos.

Además, ese mismo día la presidenta argentina, Cristina Fernández, anunció que girará a las provincias y municipios el 30 por ciento de lo que se recaude por el tributo a las ventas al exterior de soja, el principal cultivo del país.

Esa medida también cuenta con el rechazo de las organizaciones del campo, que exigen una bajada del impuesto a la exportación de soja, que es del 35 por ciento, a lo que el Ejecutivo se niega para no afectar las cuentas públicas.

Las organizaciones del campo consideran "confiscatorio" a ese tributo y a los que pesan sobre las exportaciones de girasol (32 por ciento), trigo (23 por ciento) y maíz (20 por ciento).

El Gobierno criticó la nueva huelga comercial y dijo que es una "burla" a los acuerdos alcanzados en las últimas semanas para conceder mejoras para la producción de ganado y trigo y para las economías regionales.

El conflicto con las patronales rurales estalló el 11 de marzo de 2008, cuando el Ejecutivo impuso un esquema de impuestos variables a las ventas de granos al exterior que fue rechazado por el Parlamento, tras lo cual las alícuotas volvieron a ser fijas.

Por esta situación, Argentina, uno de los mayores productores y exportadores mundiales de alimentos, sufrió el año pasado millonarias pérdidas por las huelgas agropecuarias y los bloqueos de rutas que llevaron a cabo los productores rurales.

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