El plan de pensiones es un vehículo financiero que te permite acumular voluntariamente un capital o una renta para la jubilación, pero también para otras situaciones como la invalidez, fallecimiento o dependencia con algunas limitaciones de reembolso.
Los planes de pensiones pueden invertir en cualquier activo financiero: letras del Tesoro, renta fija y renta variable. Es el ahorrador el que elije el plan que mejor se adecua a sus objetivos de rentabilidad y riesgo con la ayuda de su consejero financiero. Así, podemos encontrar planes de pensiones de renta variable, renta fija, mixtos, garantizados, etc…
En función de quién promueva el plan y quiénes sean los titulares, el plan de pensiones puede ser: individual, de empleo y asociadoLosPlanes de Pensiones Individuales son los que están promovidos por las entidades financieras y en los que el partícipe puede ser cualquier persona física que quiera aportar. Este tipo de planes es el más frecuente y el principal protagonista de esta guía sobre planes de pensiones.LosPlanes de Pensiones de Empleoson promovidos por las empresas para sus empleados. Las aportaciones pueden hacerlas ambas partes, es decir, partícipe y empresa, o solo la compañía, pero nunca el partícipe solo. Las empresas lo utilizan como un complemento salarial para sus empleados.LosPlanes de Empleo Asociadosson promovidos por asociaciones u otras agrupaciones para sus asociados o miembros (por ejemplo, colegios profesionales).IndividualEmpleoAsociadoPromotorEntidades financierasEmpresas
Asociaciones y ColectivosPartícipesCualquier persona físicaEmpleadosAsociadosAportacionesSólo titularEmpleado y EmpresaSólo titular
Por otro lado, se establece una clasificación de los mismos en función lasobligaciones estipuladas (aportaciones y prestaciones)en el plan, ya que pueden ser de prestación definida, de aportación definida y mixtos.
Sumarse a una opción u otra dependerán del tipo de plan, ya que, por ejemplo, en los Planes de Pensiones Individuales la aportación es siempre de modalidad definida (véase cuadro adjunto).
Los planes de prestación definida son aquellos que nos garantizan un capital o una renta para el futuro y sólo podemos ser partícipes de los mismos a través de planes de empleo o asociados.
Los mixtos son aquellos que tienen aportaciones definidas y prestaciones garantizadas y, al igual que los planes de prestación definida, sólo podríamos ser partícipes de los mismos a través de un plan de empleo o un plan asociado.ConceptoPlanes posibles
Aportación DefinidaEl titular decide la cantidad a invertir. En el rescate recibirá las cantidades aportadas más/menos la rentabilidad del planIndividual, Empleo y Asociado
Prestación DefinidaEl plan garantiza un capital o renta al beneficiarioEmpleo y AsociadoMixtoSe define la aportación y se garantiza la prestaciónEmpleo y Asociado
Garantizado no es igual a prestación definida
Es importante no confundir un plan garantizado –los más comercializados en los últimos años- con uno de prestación definida.
Los planes garantizados se basan en una cartera invertida a un plazo medio/largo que garantiza el 100% de la aportación y un porcentaje de la revalorización de un activo o una rentabilidad mínima garantizada.
Esta garantía se establece para un periodo determinado, pudiendo renovarse al término de la misma, y éste periodo puede coincidir, o no, con el horizonte temporal del inversor.
En conclusión, el partícipe de un plan garantizado sólo tendrá acceso a la garantía del capital si su horizonte temporal coincide con el plazo de vencimiento del plan garantizado contratado.
Por ejemplo: Si una persona de 63 años contrata un plan de pensiones garantizado a cinco años, a partir de los 65 podría rescatarlo pero sólo tendría la garantía del capital si lo hace a los 68 años, 5 años después de haberlo contratado.
Aquí tienes un gráfico de cómo han evolucionado los planes de pensiones garantizados frente al resto.
En conclusión, antes de realizar aportaciones a un plan, especialmente si están de oferta, debemos preguntarnos qué tipo de plan nos conviene, cuál responde mejor a nuestras necesidades futuras y nuestras posibilidades actuales y si los riesgos que asumimos son los estrictamente necesarios para alcanzar nuestros objetivos.
En el próximo capítulo hablaremos de la fiscalidad de los planes de pensiones.
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