Manuel Pizarro vuelve a Ibercaja como consejero independiente del nuevo banco

Madrid, 15 sep.- Ibercaja ha designado hoy a los miembros del Consejo de Administración de su filial bancaria Ibercaja Banco, entre los que se encuentra Manuel Pizarro, quien ha desempeñado la presidencia de la caja, cuyos principales puestos ejecutivos siguen ocupados por los máximos directivos de la entidad.

Según informó hoy la caja a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el Consejo de Administración de Ibercaja ha designado al actual presidente del Ibercaja, Amado Franco, máximo representante del banco y al actual director general de la misma, José Luis Aguirre, consejero delegado.

El nuevo órgano de gobierno de Ibercaja Banco estará compuesto además por cinco vocales, los dos vicepresidentes, Alberto Palacio y Eugenio Nadal, el secretario del consejo de la caja, Jesús Bueno, y el expresidente de Price Waterhouse Coopers España y actual consejero de Everis, Miguel Fernández de Pinedo.

Asimismo, Ibercaja ha decidido contar con el expresidente de Ibercaja, de la CECA y de Endesa, Manuel Pizarro, como consejero independiente, quien en la actualidad está al frente de la firma Baker & McKenzie España y que en mayo de 2004 salió del consejo de administración de la entidad financiera.

Asimismo, forma parte del Consejo, como secretario no consejero, Jesús Barreiro Sanz, actual director general adjunto y secretario general de Ibercaja.

Este paso se produce después de que la Asamblea General Extraordinaria acordase el pasado 26 de julio crear una filial bancaria, Ibercaja Banco, y traspasar su actividad financiera a esta nueva entidad.

Tras la decisión de hoy y una vez se superen los trámites administrativos y regulatorios pertinentes se constituirá formalmente el nuevo consejo de administración de la filial bancaria y se espera que la nueva entidad se ponga en marcha el próximo mes de octubre.

Según explicó la entidad en un comunicado, la decisión de crear una filial bancaria ha sido adoptada para preservar sus "fortalezas, enriquecer su compromiso con la sociedad y cumplir los fines financieros y sociales para los que fue creada".

Asimismo, Ibercaja, accionista del 100 % de la nueva sociedad, ha reiterado su decisión de mantener su identidad corporativa y filosofía como caja de ahorros así como su intención de no salir a bolsa.

Los dividendos que obtenga la caja a través del banco se destinarán a la obra social de Ibercaja.

Además, la entidad espera asegurar unos holgados ratios de liquidez, adaptarse en mejores condiciones a la nueva regulación internacional y nacional y obtener, si fuera preciso, los fondos propios necesarios para acometer nuevos proyectos conservando sus niveles de solvencia.

Ibercaja ha fortalecido su solvencia, alcanzando, a junio de 2011, un capital principal del 10,66 %.