El Congreso aplaude el ultimátum de Obama a General Motors y Chrysler

  • Washington, 30 mar (EFE).- El líder de la mayoría del Senado de Estados Unidos, Harry Reid, y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, alabaron hoy el plan de estabilización de la automoción por el que el presidente Barack Obama concedió a GM y Chrysler una 'última oportunidad' para reestructurarse.

Washington, 30 mar (EFE).- El líder de la mayoría del Senado de Estados Unidos, Harry Reid, y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, alabaron hoy el plan de estabilización de la automoción por el que el presidente Barack Obama concedió a GM y Chrysler una "última oportunidad" para reestructurarse.

"No le daremos a estas empresas un cheque en blanco. Así como hemos venido diciendo desde que comenzó la crisis, si no presentan planes para mantenerse viables a largo plazo, perderán nuestro apoyo", manifestó Reid en un comunicado.

El senador demócrata elogió la "firmeza" de la administración de Obama en las negociaciones con General Motors y Chrysler, empresas a las que el presidente ha concedido plazos de 60 y 30 días, respectivamente, para "reestructurase fundamentalmente".

El cumplimiento de ese plazo es un requisito para que Washington pueda invertir más dinero público en las dos compañías, que ya han recibido 17.400 millones de dólares desde diciembre.

Según el senador demócrata, la decisión de la Casa Blanca estuvo basada en tres objetivos "críticos y encomiables": proteger la inversión de los contribuyentes, lograr independencia energética para el país, y asegurar que estas dos compañías, "al igual que la industria automotriz en su totalidad", puedan sobrevivir y conservar la mayor cantidad posible de empleos.

"Reestructurar la industria de automoción trae consigo decisiones difíciles para la Administración y las compañías en cuestión (...), pero confío en que debemos centrarnos en la meta final y que la vamos a alcanzar", añadió Reid.

La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, aseguró en un comunicado que comparte con Obama el objetivo de lograr una industria de automoción "viable y competitiva".

"El éxito futuro de la industria doméstica depende de la capacidad de todos los implicados de hacer sacrificios, que deben ser compartidos y equitativos", dijo Pelosi, que reiteró el "compromiso del Congreso para trabajar con el presidente" en la renovación del sector.

Por su parte, el líder de la mayoría del Congreso, el demócrata Steny H. Hoyer, calificó el plan de "esfuerzo honesto y responsable para fortalecer la industria sin dejar de proteger el dinero de los contribuyentes".

Para el senador demócrata Carl Levin, lo más destacable de la comparecencia de Obama fue su "compromiso absoluto" con la meta de que Estados Unidos se convierta en líder mundial en la construcción de coches alimentados por energía limpia.

En las filas republicanas, en cambio, el plan de Obama ha generado algunas críticas, como la del senador por Tennessee Bob Corker, que ha jugado un papel clave en la legislación reciente de ayuda a la industria de la automoción.

Según Corker, la exigencia de la Casa Blanca de que el primer ejecutivo de GM, Rick Wagoner, abandone la compañía es una "distracción" para desviar la atención del hecho de que "las negociaciones no han progresado desde diciembre".

"La Casa Blanca está decidiendo qué plantas sobrevivirán y cuáles no. En esencia, ha decidido que tiene más criterio para tratar con estas compañías que nuestros tribunales y que el libre flujo del mercado", aseguró Corker, que condenó la intervención del Gobierno federal en el sector privado.

"Esto va a generar una cadena de reverencias entre los miembros del Congreso para preservar las industrias de sus estados", agregó el senador.

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