No por conocido, el fenómeno es menos llamativo. En los próximos días - ya ha empezado a ocurrir - veremos como el precio de muchos alimentos frescos se dispara hasta multiplicar en algunos casos su precio habitual de mercado en una espiral aceptada y que los productores atribuyen año tras año al juego normal de la oferta y la demanda. Con una demanda creciente y una oferta limitada los precios se incrementan tanto más cuanto mayor es la demanda del producto en cuestión, argumentan.
Hasta este año, un equipo de una treintena de funcionarios repartidos por las principales capitales de provincia del país vigilaban los precios de los principales alimentos frescos tanto en el tramo mayorista como en el minorista para certificar que éstos respondían a la realidad del mercado y no a ningún tipo de deriva especulativa. Se trata de los 'informadores de mercado', una red de profesionales dedicados a la recogida de datos sobre la evolución de los precios de los alimentos frescos que durante décadas han desarrollado este trabajo y cuya tarea toca a su fin.
El Ministerio de Industria ha decidido desarticular esta unidad y recolocar a sus componentes en las delegaciones territoriales donde venían desarrollando su trabajo ante la certeza de que a día de hoy disponen de las herramientas informáticas necesarias para realizar ese control sin necesidad de tener a una persona en cada mercado de abastos.
La decisión se ha comunicado a los sindicatos hace apenas una semanas y aún hoy se puede leer en la página del Ministerio de Industria la función reservada a la Red de Informadores de Mercado: "Disponer de información amplia, fiable y en tiempo real, que permita a las autoridades económicas y a los distintos operadores del mercado una toma de decisiones adecuada en materia de precios y mercados, mediante la difusión externa de la base de datos obtenida, así como de las distintas aplicaciones establecidas, contribuir a un conocimiento profundo del mercado y a la transparencia y fluidez del mismo".
Su papel, por ejemplo, fue esencial en la desarticulación de las redes que en el primer lustro del siglo - entre los años 2000 y 2005 aproximadamente - convirtieron los vericuetos de la cadena de valor de los alimentos frescos en un campo abonado para la especulación a costa del bolsillo de los vendedores minoristas y, por supuesto, del comprador final. En esa crisis se sembró la semilla de la desaparición de esta red, ya que se determinó la necesidad de crear un Observatorio de Precios de los Alimentos en el ámbito del Ministerio de Agricultura.
En principio éste se dedicó a hacer análisis específicos y más en profundidad de la cadena de valor de productos concretos y no información sistemática y coyuntural como la ofrecida por la Red de Informadores de Mercado, pero poco a poco ambas se solaparon y ésa ha sido una de las razones que ha derivado en la desaparición de esta red.
A partir de ahora las dos tablas estadísticas que se encargaban de elaborar los profesionales de la Red de Informadores de Mercado y que forman parte del Plan Estadística Nacional - Información de Precios en la Cesión Mayorista de Productos Perecederos y la Información de Precios de Venta al Público de Productos Alimenticios - se elaborarán desde el Ministerio de Agricultura, según informan fuentes sindicales.
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