May no solicitará a Bruselas una prórroga para el Brexit más allá de finales de junio

  • Desde Downing Street confían en que el Parlamento británico consiga llegar a un pacto para desbloquear la crisis de salida de la UE. 
Theresa May
Theresa May
EFE

La salida de Reino Unido de la Unión Europea sigue trayendo cola. Esta vez, porque la primera ministra, Theresa May, no va a solicitar a Bruselas una prórroga prolongada del Brexit: "La primera ministra no pedirá una larga extensión" -más allá de finales de junio- ya que existen razones para dar al Parlamento británico "un poquito más de tiempo" para llegar a un acuerdo y desbloquear la crisis. Así se ha pronunciado una fuente de Downing Street en declaraciones recogidas por la Agencia Efe. 

"El pueblo de este país ha estado esperando casi tres años. Está harto con el fracaso del Parlamento a la hora tomar una decisión y la primera ministra comparte esa frustración", ha asegurado esta fuente, antes de que May escriba al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, para pedir el retraso.

Y es que, una extensión más prolongada puede obligar al Reino Unido a participar en las elecciones europeas del próximo mayo. La prórroga deberá ser aprobada por unanimidad por los otros 27 países comunitarios en la cumbre que se celebrará este jueves en Bruselas, a la que asistirá la primera ministra. Según algunos medios británicos, la jefa del Gobierno conservador puede solicitar el retraso hasta el 22 de mayo, mucho antes de la fecha en principio estimada del 30 de junio. 

De concederse esta extensión de la validez del Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que establece un periodo de negociación de dos años desde el momento de la notificación de la salida de un país miembro, el Reino Unido tendrá que legislar el cambio de fecha porque los diputados aprobaron el año pasado la ley que fija el 29 de marzo para la desconexión de Bruselas.

May, de nuevo ante los Comunes 

May acudirá  a la Cámara de los Comunes para la sesión semanal de preguntas a la jefa de Gobierno, que se espera esté marcada por un intenso debate sobre el proceso. 

La 'premier' todavía confía en poder sacar adelante el acuerdo que negoció durante casi dos años con la UE, si bien ya fue rechazado en dos ocasiones -enero y marzo- por la Cámara de los Comunes, principalmente por la oposición de los diputados conservadores euroescépticos y sus socios del pro-británico Partido Democrático Unionista (DUP) de Irlanda del Norte.

No obstante, el presidente de la cámara baja, John Bercow, le ha dicho al Gobierno que no puede presentar el pacto otra vez a votación si no había cambios significativos en su contenido.

Bercow, la máxima autoridad en los Comunes, citó al 'Erskine May', un texto autorizado de legislación parlamentaria y procedimiento, para argumentar que una moción derrotada no puede ser sometida a otra votación durante el actual curso parlamentario. En las dos votaciones del pacto, el DUP lo rechazó por sus reservas acerca de la salvaguarda irlandesa, pensada para evitar una frontera dura entre las dos Irlandas.

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