Llegará en varios idiomas

Adiós al prospecto... el mini QR llega a los medicamentos del hospital en enero

La Agencia del Medicamento publicará en unos días que fármacos llevarán un código DataMatrix. En breve,  llegará a las farmacias y el antiguo papel imposible de doblar solo se imprimirá para algunos pacientes.

Medicamentos
Los medicamentos llevarán un mini código QR que reemplazará al tradicional prospecto.
EP

El prospecto, el papel escrito por los dos lados que contienen los medicamentos, que resulta imposible de doblar y que apenas nadie lee, tiene los días contados. Después de la receta electrónica, que evita tener que acudir con un papel para que nos faciliten los fármacos que llevamos tomando -tras prescripción médica- durante años, el prospecto, que recoge información imprescindible sobre la composición, características y modo de empleo de los medicamentos, estará contenido en un código QR de pequeña dimensión o DataMatrix, y los hospitales serán pioneros en imponerlo.

Según adelantó, Ana López de la Rica, directora asociada del Departamento Técnico de Farmaindustria, el próximo 1 de enero ya estarán presentes en las medicinas de muchos hospitales estos códigos, tras la publicación en los próximos días por parte de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) de los fármacos en los que aparecerán y los hospitales que se han ofrecido a facilitar la experiencia piloto de un proyecto, como el fin de las ventanillas de los bancos para determinadas operaciones, que cambiará la vida de muchos. Ante la posibilidad de que la puesta en marcha del código Datamatrix, que facilitará la lectura, no sea entendida por todos, se contempla incluso imprimirla en las farmacias para las personas mayores o con discapacidades.

El DataMatrix, creado a finales de los 80, que incluso permite los símbolos del idioma japonés, facilitará todas las indicaciones en varios idiomas, algo que sin duda favorece la entrada de productos en los países vecinos sin costes añadidos. Durante la jornada anual de Farmaindustria que tuvo lugar ayer, los responsables de la asociación, que integra a 137 laboratorios, dieron algunas claves de cómo España logró evitar el desabastecimiento de medicamentos durante la pandemia, que dejó a parte de la industria cerrada, pero sobre todo con duras restricciones para el desarrollo de las actividades habituales.

Tres turnos, teletrabajo, mantenimiento de ensayos clínicos y mejoras en las fábricas facilitaron que durante las pandemia no hubiese desabastecimiento

Los representantes de Farmaindustria aseguraron que durante la pandemia los medicamentos no Covid siempre estuvieron disponibles en las farmacias. La estrategia pasó por conformar tres turnos en las factorías, extender el teletrabajo y conseguir que los ensayos clínicos con todas las garantías de seguridad y sanitarias continuasen. También se frenó el riesgo del desabastecimiento debido el acopio de medicamentos por parte de las comunidades, que extendieron la validez de los tratamientos con fármacos hasta seis meses, y los hospitales. La prioridad fue que no faltasen las medicinas a 20 millones de enfermos crónicos. Mientras, los planes de contingencia puestos en marcha garantizaron -y garantizan- medicinas al menos durante seis meses.

Los medicamentos no faltaron en España, algo que no sucedió en otros países, y eso se facilitó, según José Ramón Luis-Yagüe, director de Relaciones con la Comunidades Autónomas en Farmaindustria, con la compra estratégica de principios activos y con inversiones en los centros de producción para adaptarlos a las necesidades. En cuanto la situación actual, los responsables de esta industria estratégica reconocen que no han recibido aviso alguno de falta de productos para el desarrollo de los fármacos, aunque admiten que hay algún problema en suministros de países asiáticos de plásticos y gomas, necesarios en la fase final de la fabricación.

Los pacientes españoles se quedan sin la mitad de los fármacos que valida la UE. Un año de retraso en una patente puede condicionar el futuro de un paciente

Durante las jornadas, el presidente de Farmaindustria, Juan López-Belmonte, aseguró que los pacientes españoles apenas tienen acceso al 54% de los tratamientos a los que da el visto bueno Europa, a través de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), frente al 80% que se autorizan en países como Francia e Italia y el 88% de Reino Unido o Alemania. De media, tardan un 15 meses en llegar a nuestros hospitales y farmacia tras la aprobación europea, según un reciente informe de la patronal europea de la industria farmacéutica Efpia.

Solo un año de retraso puede suponer en algunos casos un año menos de vida en los pacientes no tratados y la pérdida de la patente durante ese periodo, que privará de medicamentos a enfermos en el futuro. López-Belmonte admitió que esta situación se ha agravado en España durante la pandemia, "algo que no ha pasado en otros países", y que si bien la falta de efectivos puede suponer un embudo en las aprobaciones, que en mucho casos dependen del precio del fármaco, existe un problema estructural.

El responsable de Farmaindustria indicó que sacar adelante un medicamento supone una inversión media de 2.500 millones en un década y que solo 50 son patentados cada año. Además, apunta que los riesgos son muy altos, ya que solo uno de cada 10.000 compuestos analizados en investigación básica llegará a ser un medicamento disponible. El procedimiento para fijar precios y la financiación pública de los medicamentos es impredecible, reconoce, y ello provoca este importante retraso en el acceso de los españoles a nuevos tratamientos que repercute directamente en la calidad del sistema sanitario.

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