Según Fedea

Las medidas anticovid rebajaron el 38% la desigualdad en renta de los hogares

Las prestaciones monetarias fueron responsables mayoritariamente de esa reducción (en un 70%), los impuestos lo fueron en un 8,5%, y las prestaciones en especie en el 21,5% restante.

Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos
Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos
Eduardo Parra / Europa Press

Las medidas económicas aprobadas por el Gobierno en forma de impuestos, prestaciones monetarias y en especie para hacer frente a las consecuencias económicas de la pandemia de Covid-19 redujeron un 38% la desigualdad en la distribución de la renta de los hogares residentes en España en 2020, el peor año de la crisis sanitaria. Estas es una de las principales conclusiones del séptimo informe del Observatorio sobre el reparto de los impuestos y las prestaciones entre los hogares españoles elaborado por Fedea, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada.

De acuerdo con el documento, las prestaciones monetarias aprobadas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez fueron responsables mayoritariamente de esa reducción (en un 70%), los tributos lo fueron en un 8,5%, y las prestaciones en especie en el 21,5% restante. El estudio de Fedea, que firman Julio López Laborda (Universidad de Zaragoza t Fedea), Carmen Marín (Fedea) y Jorge Onrubia (ICEI-UCM y Fedea) muestra la capacidad redistributiva de la intervención pública en España a través de las prestaciones públicas, monetarias y en especie (sanidad y educación), y del sistema fiscal (incluidas las cotizaciones a la Seguridad Social) para los años 2019 y 2020, coincidiendo con la pandemia provocada por el coronavirus a nivel mundial.

Los autores concluyen que los resultados obtenidos para 2019 son similares a los de los años anteriores, pero los alcanzados para el año 2020 muestran los cambios operados en la intervención pública como consecuencia de la Covid y su impacto sobre la distribución entre las familias de los impuestos, las prestaciones y la renta.

Así, en el primer ejercicio de la pandemia la renta de mercado del conjunto de hogares sufrió, respecto de 2019, una reducción media del 8,5%, ocasionada, en su mayor parte, por el descenso de los beneficios imputados a los hogares. Ahora bien, el incremento de las prestaciones públicas amortiguó "significativamente" esa caída, dado que las prestaciones monetarias aumentaron en un 13% de media, debido, fundamentalmente, a las prestaciones por desempleo, y las prestaciones en especie lo hicieron en un 8%, sobre todo, por efecto de la elevación del gasto sanitario.

En cambio, los ingresos tributarios medios se redujeron en un 4% en el mismo período. Como consecuencia, la renta media de los hogares después de la intervención pública se redujo en menos de un 2% entre 2019 y 2020, seis puntos y medio menos que antes de las medidas adoptadas para hacer frente a la pandemia.

Las familias de rentas más bajas, las más beneficiadas

El estudio muestra que la desigualdad en la distribución de la renta de mercado fue menor en 2019 que en 2020. Sin embargo, el efecto redistributivo de las prestaciones y los impuestos fue más elevado en 2020, lo que condujo a que la renta después de la intervención pública estuviera distribuida de forma más igualitaria en el último año. En resumen, la intervención pública en forma de impuestos, prestaciones monetarias y en especie ha reducido en un 38% la desigualdad en la distribución de la renta de mercado de los hogares residentes en España en 2020, por encima del 33,5% alcanzado en 2019.

En cuanto al impacto de las medidas en función de la renta de los hogares, Fedea concluye que el análisis conjunto de los impuestos y prestaciones muestra que los hogares pertenecientes a los cuatro primeros quintiles de renta (esto es, el 80% de los hogares residentes con menor renta bruta) son beneficiarios netos de la intervención pública en 2020, ya que perciben un subsidio efectivo neto (es decir, una diferencia positiva entre prestaciones e impuestos).

Esta ayuda neta es decreciente con la renta bruta, ya que supone el 96,6% de la renta bruta para el primer quintil y sólo el 0,4% para el cuarto. Finalmente, el quintil superior (o sea, el 20% de los hogares con mayor renta bruta) es contribuyente neto, soportando un tipo efectivo neto siempre creciente, hasta llegar al 27,6% que soportan los hogares pertenecientes al 1% con más renta.

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