La Seguridad Social apunta quiebra técnica

Las prejubilaciones tocan fondo y abren paso al 'tijeretazo' que prepara Escrivá

Los prejubilados cobran 470 euros más que quienes se retiran a la edad legal y el retiro de los baby boom hará temblar el sistema. La Seguridad Social acabó 2020 con un déficit del 2%, frente al 1,34% de 2019.

Yolanda Díaz y José Luis Escrivá, en una comparecencia pública / Moncloa
José Luis Escrivá ha convertido el freno a las prejubilaciones en su objetivo prioritario.
 Moncloa

Las prejubilaciones -un recurso empleado fundamentalmente por los trabajadores con nóminas elevadas y con largas carreras de cotización, lo que hace que reciban pensiones mucho más elevadas que los de los otros jubilados- se han convertido en el enemigo a batir del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. El titular de la cartera trata de frenar el déficit del sistema, que acabó en el entorno del 2%, según el propio Escrivá, frente al 1,34% de 2019.

La reforma del sistema de pensiones que tiene sobre la mesa contempla un incremento de las penalizaciones para los retiros anticipados voluntarios y parciales, incentivos para aquellos que trabajan después de la edad legal de jubilación y elevar el periodo de cálculo de la prestación, que ahora es de 25 años, a 35, lo que podía reducir la cuantía media de las nuevas pensiones cerca de un 5,5%. Esta medida tendrá sin duda grandes perjudicados, pero también beneficiados, como los que tras la crisis perdieron un buen empleo y tuvieron que optar por un trabajo con un salario mucho más bajo.

¿Pero cuáles son las causas de este enorme agujero en la Seguridad Social que obliga a tomar unas drásticas medidas, que no gustan ni a Unidas Podemos ni a los sindicatos? La mayoría de los indicadores muestran un panorama desalentador, aunque alguno da pie a cierto optimismo, como el aumento progresivo de la edad media de jubilación, gracias al descenso de las prejubilaciones año tras año tras la reforma puesta en marcha en el ejercicio 2013 y que durará hasta 2027.

Así, durante el año 2020, la edad media de jubilación alcanzó los 64 años y seis meses, cinco meses más que en 2016. Además el año pasado -hasta noviembre- se registró el número de jubilados antes de la edad legal de retiro más bajo de la historia, 100.000.

Sin embargo, el principal contratiempo se evidencia en la cuantía de las prestaciones de los prejubilados, que hasta noviembre suponían de media 1.697 euros, frente a los 1.226 de los jubilados de la edad legal, es decir 470 euros más. La nómina de los jubilados, igual que su número, no ha parado de crecer en los últimos años. Si en noviembre de 2016 había 4.980.199 beneficiarios que cobraban de media 780 euros, el dato del mismo mes de 2020 muestra 6.111.538, que perciben de media 1.169 euros. Según los datos de la Seguridad Social, también los debutantes en el sistema cobran más que los que se dan de baja, 1.371 euros frente a 1.058 (313 euros más).

Sin embargo, los mayores problemas están por venir. Una pirámide poblacional invertida por la baja tasa de natalidad, del 7,62 en 2019, y número de hijos de media por familia de 1,24 hacen imposible afrontar una mortalidad cada vez más tardía, que se sitúa en 83,3 años de media. La tasa de reposición -que teóricamente mantendría la población total sin necesidad de recurrir a la inmigración- es de 2,05 hijos por mujer.

Junto a esto, el retiro inminente la generación del 'baby boom', que con carreras de cotización muy elevadas hará que el gasto se multiplique. Un número de cotizantes incapaz de afrontar las pensiones; tasas de paro muy elevadas –y subiendo- y empleos precarios dibujan ya una situación insostenible en el corto plazo.

En menos de 15 años, uno de cada cuatro españoles tendrá más de 65 años y será necesario buscar vías que permitan elevar los ingresos, como reactivar el mercado laboral, abrir puertas a la inmigración, mejorar las retribuciones e incluso introducir impuestos que permitan financiar las prestaciones.

Mientras, la cuantía de las nuevas pensiones -en torno a 1.371 euros- supera ya en un 35% la de los nuevos salarios, que son inferiores a 900 euros. En España, 1,97 afiliados sustentan a un pensionista y la caja única es imprescindible. Las aportaciones realizadas a la Seguridad Social durante toda la vida laboral apenas sirven para pagar poco más de siete de cada diez euros de nuestra futura pensión.

Las cuotas sociales que abona un trabajador durante 37 años solo permiten afrontar 16 años de la prestación, pero los nuevos pensionistas la cobrarán durante 21,1 años, según los cálculos recogidos en el informe 'El sistema público español de pensiones: Mitos y realidades' elaborado por Fedea. Estos seis años de diferencia serán a cuenta de otros trabajadores y de la solidaridad entre generaciones, pero esta situación solo es sostenible con un ratio de al menos dos cotizantes por cada beneficiario de una pensión. Todos estos datos evidencian que la quiebra técnica del sistema es una realidad y las reformas, más necesarias que nunca.

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