En 2016 se crearán casi medio millón de empleos si los políticos no lo estropean

El mercado de trabajo de nuestro país podría sumar cerca de medio millón de nuevos empleos netos, en el conjunto de este 2016 que ahora alcanza su meridiano. Ese es al menos el pronóstico de la principal asociación de agencias de colocación de nuestro país, Asempleo.

Así lo expone en su Avance del Mercado Laboral del mes de junio la patronal del sector de agencias privadas de empleo, un informe que realiza junto el grupo Afi (Analistas Financieros Internacionales). Asempleo agrupa a las principales agencias de colocación de nuestro país, como Adecco, ManpowerGroup, Randstad, Eulen, Grupo Norte, Unique o Page Personnel (Grupo Michael Page), entre otras.

Este informe estima que la ocupación haya crecido, en términos de la Encuesta de Población Activa (EPA) durante el mes de junio a un ritmo del +2,6% interanual. Para el verano pronostica que el crecimiento del empleo, permanezca aún claramente por encima del +2% (+2,5% en julio y +2,3% en agosto).Más ocupación y menos paro

De esa forma, la ocupación superaría durante la temporada estival los 18,5 millones de empleados (en los meses de julio y agosto). Un volumen de trabajadores con empleo que no se conoce en nuestro país desde el verano de 2011, hace justo cinco años.

Si se cumplen estas previsiones, la tasa de paro se quedaría en el entorno de la barrera psicológica del 20%. En la última EPA, la correspondiente al primer trimestre de este año, se había situado en el 21%.

En términos de creación de puestos de trabajo esto se traduciría en la generación de casi medio millón de nuevos empleos (+480.000) para el conjunto de este año en comparación con el cierre de 2015.Leve ralentización aún no preocupante

No obstante, el informe advierte de dos circunstancias. Por un lado, si las estimaciones de Asempleo y Afi son acertadas (en los últimos tiempos suelen acercarse bastante al resultado final de las estadísticas laborales oficiales, pecando en todo caso más bien de prudencia que de un exceso de optimismo), se confirmaría la progresiva tendencia a la baja que se viene observando en el ritmo de creación de empleo desde hace varios meses.

El techo se alcanzó en febrero, con un crecimiento interanual del +3,3%. Desde entonces ha ido descendiendo ligeramente hasta el +2,8% del pasado mes de mayo. Y según sus cálculos seguirá haciéndolo hasta el citado +2,3% previsto para agosto.

A pesar de esta leve desaceleración de la creación de empleo en términos EPA, en el conjunto de 2016 el ritmo de generación de nuevos ocupados podría elevarse hasta el +2,7%, que puede considerarse aún un buen registro que permite seguir ganando empleo a un ritmo todavía cercano al medio millón de nuevos puestos de trabajo al año.

Hay que tener en cuenta que aunque el porcentaje de crecimiento sea ahora algo menor (por debajo del +3% que llegó a alcanzarse en 2015), el incremento se produce sobre una base de ocupados mayor: 18.029.600 según la última EPA, la del primer trimestre de este año.

En el año 2014 se crearon 433.900 empleos netos en nuestro mercado laboral y 525.100 a lo largo de 2015. El empleo creció durante ese último año a un ritmo interanual de casi el +3% (+2,99% exactamente).

De esta forma, de cumplirse las estimaciones de Asempleo, España lograría por tercer año consecutivo un crecimiento del número de ocupados de alrededor del medio millón anual.Advertencias por el contexto político

Ahora bien. Estas previsiones de Asempleo están supeditadas al desenlace final que se produzca en las próximas semanas (esperemos que no meses), tras las recientes elecciones generales en nuestro país.

La patronal de agencias de colocación cree que estas previsiones de generación de nuevos puestos de trabajo son posibles en nuestro país siempre que el nuevo Gobierno que se forme no frene la recuperación iniciada hace dos años.

El presidente de Asempleo, Andreu Cruañas, explica que estas previsiones sólo se harán efectivas si se cumplen las expectativas actuales, y se mantienen el cuadro de regulación y la confianza tanto de los inversores, como de los consumidores; y a que la nueva política que aplique el Gobierno venidero, mantenga la actual senda de crecimiento.

Además, añade Cruañas, a las incertidumbres sobre la continuidad de las reformas económicas y de la regulación del mercado laboral español, se unen cuestiones externas como la salida del Reino Unido de la Unión Europea, las elecciones en Estados Unidos, el impacto de la crisis de los refugiados o la consolidación de las reformas laborales en Italia y Francia.