"La mejor defensa posible a los sectores tradicionales es ayudarles a adaptarse"

  • Pedro Mier, presidente de la patronal de la industria digital, avisa de que estamos en una reconversión industrial y que falta una estrategia de país.
Imagen taxi Barcelona con leyenda sobre Uber / EFE
Imagen taxi Barcelona con leyenda sobre Uber / EFE

El limbo normativo en el que se mueven los 'riders' de plataformas como Deliveroo o Glovo, el aún latente conflicto del sector del taxi contra la competencia de Uber o Cabify, las dificultades para sacar adelante el nuevo impuesto sobre los servicios digitales... la irrupción de la llamada 'nueva economía digital' está zarandeando los cimientos normativos y empresariales de la economía tradicional y se está configurando como el anuncio de una nueva era llena de incertidumbres, ante la que algunos sectores y actores políticos están reaccionando a la contra.

Así lo percibe también el presidente de la patronal de la industria tecnológica y digital (Ametic), Pedro Mier, que no esconde su inquietud ante una situación que considera "fácilmente manipulable" ni su percepción de que ni España ni Europa están situando el proceso de digitalización económica en el lugar central que merece entre las preocupaciones de los políticos.

"La digitalización es un proceso imparable. Es obvio que acarrea ventajas y es obvio también que requiere de un proceso de adaptación. Estamos ante una reconversión industrial como la que vivió España en los ochenta y eso requiere una serie de actuaciones para arbitrar un proceso de transición que permita a los sectores tradicionales adaptarse a lo que viene. La mejor defensa posible que se puede hacer de los sectores tradicionales es ayudarles a defenderse", reflexiona.

Pedro Mier ejemplifica la situación con el conflicto del taxi contra la VTC. "Es preciso entender que como usuario es una gran ventaja disponer de una oferta más amplia. La solución no puede ser oponerse a esa realidad sino adaptarse y poner tu servicio en condiciones de competir. Desde la Administración, por otra parte, habrá que arbitrar medidas que protejan el interés legítimo de los sectores tradicionales sin perjudicar al otro". 

España, sin estrategia digital

¿Está España avanzando en la dirección correcta? Pues no lo parece. "No vemos una acción estratégica decidida para la digitalización de la sociedad española, tampoco la hay en los Presupuestos de este año, y no se observa una estrategia de país. Lo que no se percibe es que si no se actúa hoy intensamente ese será un tema que se agravará en el futuro o no se resolverá".

Pedro Mier advierte de que ya se han comenzado a percibir los primeros signos de esta desfase, no solo por los conflictos empresariales de los últimos meses sino por la fuga de talento joven al extranjero, un asunto que preocupa singularmente en Ametic. "Tal y como sucede con el ámbito laboral o fiscal, las categorías profesionales actuales no están adaptadas a los tiempos. Hay nuevas figuras que no tienen encaje en el esquema actual. Estamos trabajando activamente para corregir eso porque las empresas van a necesitar una serie de perfiles profesionales que hoy no existen y el sistema de formación debe estar preparado para ello".

El problema es trascendente. Desde Ametic se entiende que el mantenimiento del estado del bienestar pasa ineludiblemente por la capacidad del país para generar empleos altamente cualificados con salarios altos y eso requiere de un replanteamiento del sistema educativo y de formación durante la vida laboral. "Es curioso que estemos preocupados por el futuro de las pensiones pero no por la forma en que podemos aprovechar la digitalización para generar mejores empleos y mejores salarios".

El paso en falso del impuesto sobre servicios digitales

La forma en la que el Gobierno ha resuelto esa encrucijada, impulsando una 'impuesto digital' para incrementar los recursos de las arcas públicas, no satisface a la patronal de la industria digital. "La economía digital es global y hay que definir sistemas fiscales adaptados a esa situación. ¿Qué decimos? Cuidado con las soluciones locales porque el riesgo que se corre es que la gente se vaya de aquí y tu economía pase automáticamente a ser menos competitiva"

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