Del 18 al 26 de septiembre próximos

Donostia mantiene el foco y apuesta por un Festival lo más parecido al de siempre

  • Se celebrará "con menos público" y "menos estrellas del cine americano", pero las principales secciones no serán digitales.
Penélope Cruz fue la responsable de presentar el Festival de San Sebastián de 2019
Penélope Cruz fue la responsable de presentar el Festival de San Sebastián de 2019
EP

San Sebastián, junto a Berlín, Cannes y Venecia, forma parte del sancta santorum de los festivales de cine a nivel mundial. Cada mes de septiembre, la capital guipuzcoana se convierte en una fiesta del séptimo arte y por allí pasan las principales estrellas, o muchas de ellas, del firmamento cinematográfico mundial. Ahora, en medio de una pandemia mundial, la Berlinale ya celebró su edición del 2020; la 73 edición de Cannes, que debería de haberse inaugurado estos días, está aplazada y busca fechas en otoño; la Mostra de Venecia mantiene sus fechas previstas del 2 al 12 de septiembre... y San Sebastián, que celebrará su edición número 68 se atiene a las suyas, del 18 al 26 de septiembre.

Esta es la idea de la organización, "si la situación no empeora". Pretende un festival "como casi siempre", con proyecciones en las salas, porque, "aun adaptado" a las circunstancias, el Zinemaldia 2020 lo que no será es digital: "No queremos hacer un festival online. Lo haremos, con restricciones, pero con proyecciones públicas. Si no podemos hacerlo así, no se hará", dice rotundo a La Información el director de la muestra, José Luis Rebordinos.

Hay que tener en cuenta una cosa, muy importante. San Sebastián vive en buena parte del turismo, la gastronomía o la cultura y el alcalde de la ciudad, el peneuvista Eneko Goia, aseguraba hace poco que cada euro invertido en la ciudad en cultura revierte multiplicado por 2,5 en San Sebastián. O sea que si tenemos en cuenta que el presupuesto del Festival de cine se sitúa en torno a los 2 millones de euros, la suspensión del mismo, además de la pérdida del dinero ya invertido, supondría que San Sebastián dejaría de ingresar algo más de 5 millones de euros.

"Si San Sebastián no se celebrase sería un enorme quebranto económico", reconoce Rebordinos. Sea por esto o por dar un mensaje de optimismo en medio de la crisis pandémica que vivimos, el ayuntamiento de San Sebastián no dejó resquicio a la duda la pasada semana: Habrá Festival de cine, aunque "se adaptará a las circunstancias" que padecemos. Así que a finales de septiembre, como desde hace casi 70 años, un director se llevará la Concha de Oro a la mejor película, una actriz y un actor la Concha de Plata por sus interpretaciones y alguna celebrity, el Premio Donostia, como antes lo hicieron, Bette Davis, Glenn Ford, Robert Michum, Lauren Bacall, Robert de Niro, Al Pacino, Michael Douglas, Richard Gere, Merryl Streep, Michael Caine, Martin Scorsese o Woody Allen, que precisamente ha rodado su último film en San Sebastián.

"Yo no tengo una bola de cristal, pero estamos convencidos de que habrá Zinemaldia este año", dice el director del certamen. "Si la pandemia evoluciona como está evolucionando" en septiembre "habrá festival, aunque no será como siempre, porque habrá restricciones de aforo, ya veremos si hay que llevar mascarillas, probablemente no podrá venir alguna gente de fuera, pero creemos que podremos hacer un festival interesante. Primero será la salud de la gente, por supuesto, pero también que sea un festival amable"

José Luis Rebordinos habla, igualmente, de las "enormes dificultades" que se está encontrando el festival para su organización, "no solo por la situación y por la medidas de seguridad que tendremos que tomar, que todavía no sabemos cuáles son", sino también "por la situación extraña que está atravesando el mercado audiovisual. Con un festival como el de Cannes, que es el más importante del mundo a nivel competitivo y clave para la industria porque marca tendencias a lo largo del año, que no se ha realizado; con una industria que no sabe cómo y cuando se van a poder abrir las salas a pleno rendimiento, con lo que muchas películas no saben si se estrenarán en el último trimestre del año o lo dejarán para el año que viene y, por último, con muchos rodajes de películas que esperábamos que llegaran a septiembre, parados..."

Pese a todo, el festival mantiene su programación. "Seguimos trabajando, con todo abierto, pero aunque es probable que tengamos que reducir algo la programación, no habrá grandes cambios en las secciones". Y algo que deja claro el máximo ejecutivo del Zinemaldia: "Garantizamos que las grandes secciones, como la oficial y la de nuevos directores, serán presenciales. No vamos a hacer las grandes secciones online, aunque sí habrá algo más online, pero las secciones fundamentales serán presenciales o no serán". Y Rebordinos se explica: "Festivales como San Sebastián, Cannes o Venecia, que sus secciones oficiales son premieres mundiales, esas películas primero se tienen que ver en sala. No podemos llevarlas directamente al sistema online, aparte del riesgo que puede haber en un momento determinado de piratería. Cuando todavía no han hecho su recorrido en sala en una plataforma puede ser peligroso".

Y las estrellas, ¿vendrán a San Sebastián? "Los periodistas siempre preguntan lo mismo, pero eso es algo que estamos haciendo ahora porque es muy difícil que un actor cierre su agenda y confirme su asistencia en febrero y más en esta situación que cambia cada semana. Seguimos con todos los frentes abiertos y habrá una gran dosis de presencias. ¿De todo el mundo? Pues probablemente sí, aunque también es probable que haya menos artistas norteamericanos porque no puedan viajar o tengan miedo de hacerlo.... Y hasta que no acabe el festival no sabremos qué tipo de festival tendremos. Probablemente será un festival más europeo porque el mundo ha cambiado totalmente en mes y medio".

Dejando a un lado al festival de San Sebastián y echando la mirada al mundo del cine en general, una autoridad en la materia como el máximo responsable de uno de los principales festivales del mundo, no cree que la crisis mundial que ha provocado la Covid-19 signifique el final del mundo del cine, que ya vivía momentos convulsos. "No será la puntilla porque siempre se sale, pero vamos hacia un mundo del cine diferente, aunque eso ya se estaba produciendo antes de la pandemia. El audiovisual está cambiando desde hace tiempo, ha habido una revolución tecnológica, los nuevos dispositivos electrónicos, las plataformas... Todo esto venía y es normal que venga porque al final son mejoras para los espectadores que pueden ver una película en una sala de cine o la pueden ver tranquilamente en su casa. Yo lo que tengo miedo es que esta pandemia haga que todo ese proceso se acelere y se produzca de una manera más desorganizada. Eso puede ser un perjuicio para la industria porque creo que tiene que seguir habiendo salas, no sé si tantas como ahora o menos, pero tenemos que poder seguir viendo las películas en sala primero y luego, pues es estupendo que se puedan ver en las plataformas. Pero espero que no sea desorganizado y muy rápido". 

De momento, por iniciativa del festival Tribecca, de Nueva York, y capitaneado por Robert De Niro y Jane Rosenthal, sus organizadores, los principales festivales de cine del mundo han puesto en marcha una iniciativa sin precedentes: un único festival online, completamente gratuito y con fines benéficos. Su nombre: 'We Are One: A Global Film Festival'. Se podrá ver en YouTube del 29 de mayo al 7 de junio y habrá largometrajes, cortometrajes, documentales, música, humor y charlas con actores y directores. Todo totalmente gratis.

En él participarán los festivales de San Sebastián, Venecia, Cannes, la Berlinale, Sundance, Guadalajara, Annecy, Toronto, Locarno, Jerusalén, Karlovy Vary, Londres, Macao, Marrakech, Mumbai, Nueva York, Sarajevo, Sundance, Sidney y Tokio. "Es una iniciativa preciosa y que creo que puede seguir en los próximos años. Demostramos que a pesar de que los festivales tenemos nuestra rivalidad, porque a veces nos peleamos por las mismas películas, podemos hacer cosas juntos porque lo que nos importa es el cine", asegura Rebordinos.

En su propósito de seguir adelante con la programación pese a la crisis sanitaria, el festival de cine de San Sebastián, el Zinemaldia, se siente apoyado por las cuatro instituciones que forman parte de su Consejo de Administración, el ayuntamiento de la ciudad, la Diputación foral de Gipuzkoa, el Gobierno vasco y el Gobierco central a través del ICAA del Ministerio de Cultura. "Tengo el apoyo total de todas las instituciones, estoy en contacto permanente con ellas y, en especial, del alcalde de la ciudad, que pretende que todos los festivales de San Sebastián salgan adelante, pero que sean, sobre todo, seguros y amables. Porque es importante que en una situación tan especial es vital que quien vaya al cine, que tendrá que ir con mascarilla y en aforos reducidos, vaya en buenas condiciones, sea una experiencia grata, no sea una tortura, aunque cada película la pueda disfrutar menos gente y haya medidas de seguridad, sea una experiencia agradable", explica Rebordinos.

Quizás incluso pueda haber proyecciones como las del velódromo de Anoeta, fiestas o alfombra roja... "No se ha tomado ninguna decisión al respecto. Estamos abiertos a todo. Quizás se puedan organizar. Todos son probabilidades. No tenemos ninguna seguridad de nada y lo que sí tenemos claro es que vamos a intentar hacer el festival más completo y mejor que podamos dentro de que garantizaremos la seguridad al 100% dentro de las medidas que nos exijan y pidan las autoridades".

Y es que el Festival de Cine de San Sebastián 2020 puede ser un 'chute' de optimismo para la sociedad y para la industria del cine en particular, que está siendo fuertemente golpeada por la pandemia. "Así es. Nuestros compañeros y amigos del Festival de Málaga van a intentar hacer su festival en la última quincena de agosto. ¡Qué importante sería para nosotros que pudieran hacerlo! Nos serviría para aprender de ellos. ¡Qué importante sería para nosotros que se pudiera hacer Venecia! Porque en un festival de características parecidas a las nuestras y podríamos aprender de ellos. Y ¡qué importante es que se haga San Sebastián para festivales como Sevilla, Gijón o Valladolid! Donde nosotros nos equivoquemos, ellos podrán no hacerlo. Es muy importante empezar a hacer las cosas para quienes vengan detrás. Y para dar optimismo a la sociedad. Para San Sebastián, para los ciudadanos  que viven el festival como algo suyo, que se pueda realizar, aunque sea con restricciones, es muy importante".

Este viernes era el día señalado para la presentación del cartel de la 68 edición del Festival de Cine de San Sebastián, pero el evento se ha pospuesto porque la dirección quiere hacerlo cuando sea posible llevarlo a cabo de manera presencial. El año pasado Penélope Cruz, premio Donostia, fue la cara del cartel. Este año, José Luis Rebordinos quiere jugar a las adivinanzas y asegura será "una conocida figura, de reconocido prestigio en el mundo audiovisual". ¿Quién será? El Zinemaldia busca su camino en medio de la crisis sanitaria mundial. Quizás lo encuentre retornado al camino de siempre: la vuelta a las salas de cine.

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