El exceso de rentabilidad de Gowex con respecto al resto del sector hizo sospechar a Gotham

    • El ratio de ingresos por empleado de Gowex superaba al de Google y Microsoft.
    • García se mostraba nervioso e incómodo si se pedían detalles concretos sobre los ingresos de la compañía.
El juez Santiago Pedraz ordena el registro de la sede de Gowex y de otro local de la compañía
El juez Santiago Pedraz ordena el registro de la sede de Gowex y de otro local de la compañía
A. Acosta

Jenaro García, el fundador de Gowex, era el vivo retrato del éxito emprendedor, en España y en el exterior. Su red de Wifi gratuita se extendía cada vez más, había llegado a más de 90 grandes ciudades en el mundo. Era además el principal reclamo, la estrella, del Mercado Alternativo Bursátil (MAB). Nadie sospechó nada hasta que Gotham City Research, una sociedad que actúa a modo de fondo de inversión publicó, a principios de julio un informe demoledor.

"Gowex asegura tener crecimientos de doble dígito en sus resultados, mientras otras empresas con un negocio similar como Boingo, iPass o Towerstream están en pérdidas (…) A pesar de todos estos antecedentes, el ratio de ingresos por empleado que declara Gowex supera al de Google, Facebook o Microsoft", explica Gotham al desgranar sus sospechas sobre Gowex.

Pero la empresa de Jenaro García llamó la atención de Gotham porque los 'rumores' habían comenzado. Al menos, fuera de España. "Inversores que se reunieron con él, dijeron que García (Jenaro) era una persona nerviosa que hablaba comprometido con el potencial de su empresa para crecer, pero se mostrada incómodo en cuanto se le presionaba sobre detalles concretos. Otros detalles sobre esta aparentemente milagrosa compañía también desconcertaron a sus inquisidores. Algunos empezaron a cuestionarse cómo una empresa de su tamaño y ventas estaba utilizando un auditor totalmente desconocido llamado M&A Auditores, que tenía sólo otros dos clientes pequeños y que era dirigida por un padre y su hijo", publicó el Financial Times.

Así, en el espacio de una semana la 'historia' de Gowex se desplomó tanto como su cotización. Suspendida del MAB, hoy el Santander valora su participación en la compañía a 0 euros.

Todo comenzó el martes 1 de julio con la difusión del estudio de Gotham City en Internet. A pesar del desmentido de la compañía, el jueves pidió sus suspensión del MAB. El domingo, Jenaro García (que ya había presentado su dimisión como presidente de la compañía) ya estaba en la Audiencia Nacional, por voluntad propia, para confesar que las cuentas de los últimos cuatro años de Gowex eran falsas.

La biografía de Jenaro es tan llamativa como su compañía. Con 16 años perdió su familia que falleció en un accidente de tráfico. Finalizados sus estudios, García sólo tenía claro un objetivo: comerse el mundo de los negocios, así que no se lo pensó dos veces y con el patrimonio heredado de sus padres, y lo conseguido gracias a su empresa de importación, hizo las maletas y viajó a EEUU para buscarse la vida. Allí, llamó ni más ni menos que a la puerta de Merril Lynch, un gigante de los bancos de inversión, a quienes pidió un puesto de trabajo. Lo consiguió como becario en la oficina de Miami, lo que le dio la oportunidad de completar su formación en mercados financieros.

García comenzó a encadenar, incluso solapar, trabajos, como se expone en su propio perfil laboral en la Red. En 1992, entró como analista de mercados en Prudential Securities, donde, según dice, permaneció durante cinco años, tiempo durante el que también trabajaba en Florida para Smith Barney, perteneciente al grupo Morgan Stanley, donde llegó a convertirse en asociado internacional para las grandes riquezas de Centroamérica.

Esta posición permitió a García comenzar a labrarse una envidiable agenda de contactos hasta que en 1995, recibió la llamada de Telefónica Servicios Audivisuales.

Fue allí donde comenzó a desarrollar su auténtica vocación, el mundo de las telecomunicaciones y donde arrancó también su gran inmersión en el emprendimiento. García era algo así como un "visionario" de Internet, que tenía claro ya entonces que la Red transformaría el mundo y abriría también infinitas posibilidades de negocio.

Todas esas ideas las volcó en una empresa, Intelideas- hoy Recol-, dedicada a alojamientos de sistemas de información y a la provisión, por ejemplo, de servicios de correo electrónico en un momento en que pocos los utilizaban todavía. La empresa, en la que participaban también varios de sus compañeros de estudios, tuvo un éxito rotundo. Con cuentas de 3.000 pesetas del momento llegaron a facturar hasta 3 millones de euros.

El empresario se sentía imparable y decidió apostar por una nueva aventura, Iber-X, dedicada a vender el exceso de capacidad en redes de telecomunicaciones en los mercados internacionales. Tampoco se lo pensó para coger el teléfono y llamar a la secretaria del presidente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) para contarle lo novedoso del proyecto. La mujer le emplazó a enviarle un correo electrónico para contárselo y, al día siguiente, fue recibido por el propio presidente.

También triunfó, a pesar de algunas experiencias ruinosas, como la filial brasileña, de la que García trató en recuperarse. El fracaso no le hizo en cambio desistir en lo que sería el germen del que, años después, nacería su gran tesoro: Gowex.

Era 1999 y García tenía claro su sueño empresarial: un wi-fi global y la creación de "ciudades inteligentes" donde los usuarios pudiesen conectarse a Internet desde cualquier punto.

Invertía en su empresa horas más allá del día. Robaba tiempo al sueño y apuraba sus jornadas hasta la madrugada, comiendo en el despacho y contando también con la ayuda de su mujer, Florencia Mate (hoy también imputada), a quien encargó el área de relaciones con el inversor y de las comunicaciones internacionales. Paralelamente, el empresario tuvo otra experiencia que no menciona en su perfil laboral y siempre ha querido mantener oculta: su puesto como consejero delegado de la empresa Advanced Refractive Technologies, una penny stock-empresa de acciones a un centavo- que cotizó en Nasdaq hasta que fue suspendida por el regulador, en 2004, por fraude.

Eran tiempos en que Gowex sólo le daba alegrías. La compañía no dejaba de crecer, llevando sus redes wifi por todo el mundo, y superando incluso los peores años de la crisis. con resultados (en apariencia) millonarios. Al empresario, los tiempos adversos no le asustaban, y con frecuencia repetía que él mismo había apostado hacía años por el emprendimiento, cuando todos buscaban ser funcionarios.

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