La filial turca de BBVA colapsa: pierde un 20% y su volumen se multiplica por once

  • Las tensiones monetarias que asolan Turquía se han cebado con la entidad que ha cerrado como farolillo rojo en las dos últimas sesiones
Francisco González, presidente de BBVA
Francisco González, presidente de BBVA

Las noticias que llegan a BBVA desde Turquía empeoran día a día. La filial turca de la entidad vasca, el Garanti Bank, lleva dos días seguidos registrando fuertes desplomes. En la sesión de este martes, la firma ha llegado a registrar una caída del 11,56% y lo más preocupante, el volumen de contrataciones alcanzo unos de sus máximos históricos y se incremento para Garanti por encima del 1.000%. Con ello, el BBVA ha perdido en dos días casi un 5% de su valor bursátil.

El principal índice de referencia turco, el BIST 100 cerró con una pérdida del 5,1%, a consecuencia de una nueva debacle del sector bancario que retrocedió por encima del 9%. En el segmento del crédito el peor parado sigue siendo la filial turca de BBVA que se dejó casi un 12%, tras perder por encima del 8% en la sesión del lunes. Además, el volumen de transacciones marcó un máximo histórico, tanto para el índice como para el propio banco.

El principal motivo del desplome bursátil bancario en los últimos días, se debe a las fuertes tensiones devaluatorias que está sufriendo la lira turca. El hundimiento del valor de la moneda turca, acumula una depreciación en dos días superior al 5% sigue provocando muchas dudas sobre los efectos que tenga en la banca turca.

Las nuevas tensiones que azotan a Turquía están muy relacionadas con la nueva deriva política que ha tomado el país. El lunes, se hacía oficial el nuevo equipo de gobierno elegido por Recep Tayyip Erdogan, en el que destacaba el cambio de uno de los ministros, el de Hacienda y Finanzas, más emblemáticos y reputados por su propio yerno. Además, se une al hecho de que el propio Erdogan ya ha cambiado leyes a su conveniencia para poder influir en el Banco Central de Turquía con total impunidad.

El hecho de que Erdogan pueda controlar el banco central atemoriza a todos los inversores, en especial por la ‘atípica’ visión económica del propio líder. Erdogan ha repetido en innumerables ocasiones que los principales culpables de la crisis de inflación que vive Turquía es la subida de tipos que ha acometido el Banco Central. Además, el propio Erdogan se ha mostrado a favor de mantener facilidades al crédito pese al sobrecalentamiento evidente de la economía del país.

BBVA se juega mucho dinero en Turquía

El país otomano es el tercer mercado del banco y una de las principales apuestas de su presidente, Francisco González. La entidad ha invertido más de 8.500 millones en la firma, cuyo valor ahora se ha desplomado incluso por debajo de la mitad de lo invertido.

El principal problema que recubre a toda la historia de Turquía, y por impacto a BBVA, es que el país sigue cumpliendo los pasos para convertirse en una auténtica bomba de relojería. A todos los problemas macroeconómicos que presenta, se le añade que tiene al frente a un líder omnipotente que puede terminar por controlar la política monetaria del país y que cree que “la inflación la producen las subidas de tipos”, según el propio Erdogan.

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