El auge de los ETFs presiona a la baja las comisiones y aumenta la competencia

  • Estos vehículos de inversión replican el comportamiento de un activo de forma rigurosa y, por ello, "renuncian a la posibilidad de batirlo".
Fotografía Bolsa de Madrid
Fotografía Bolsa de Madrid

El aumento del peso relativo de los ETFs en las carteras de fondos de gestión activa está contribuyendo a "aumentar la competencia, especialmente en términos de comisiones", tal y como ha señalado Patricia Mata, directora de imdi funds. 

Cuando nos referimos a los ETFs hablamos de gestión pasiva, pues "estos vehículos de inversión replican el comportamiento de un determinado activo (un índice, un sector, una cesta de materias primas...) de forma rigurosa y, por ello, renuncian a la posibilidad de batirlo".

Por el contrario, la gestión activa, llevada a cabo por un gestor o un equipo de gestores, se apoya en el expertise de los profesionales para buscar los activos con los que formar una cartera de inversión que supere al índice o mercados de referencia, ya sea en términos de rentabilidad o de rentabilidad-riesgo.

Ambas vías de inversión tienen sus pros y sus contras, pero "pueden darse la mano en beneficio del inversor particular". La mejor opción sería incluir los ETFs como un activo de inversión más dentro de las carteras de fondos de gestión activa.

Esta solución, en la cual se basan por ejemplo los fondos 'core-satellite' -formados por un núcleo (core) compuesto por productos indiciados pasivos y un segmento compuesto por inversiones más activas (satellite)- aúna las ventajas en cuanto ahorro de costes de la inversión en productos pasivos, con el valor que aporta la gestión activa en términos de exceso de rentabilidad y mejora del binomio rentabilidad-riesgo. Esto es muy importante, ya que "a la hora de elegir un fondo de inversión es clave confiar en la capacidad del equipo gestor, pero también hay que vigilar los costes", según destaca la directora de imdi funds. 

Gracias a estas ventajas, observamos que los ETFs y otros vehículos de inversión pasiva están teniendo un uso especialmente significativo y cada vez más preponderante dentro de la gestión activa. Esto es una buena noticia para los inversores particulares, ya que" están ayudando a incrementar la competencia, presionando las comisiones a la baja y aflorando el trabajo de los gestores que realmente aportan valor", afirma Patricia Mata .

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