¿Inquietud por la caída del Dow Jones? La volatilidad también tiene sus bondades

  • La subida del 6,5% del S&P en el primer mes del año vino seguida de una caída de más del 10% en una semana, por lo que algún inversor entró en pánico.
Fotografía del cierre de Bolsa de Wall Street, Dow Jones, 6 de febrero de 2018
Fotografía del cierre de Bolsa de Wall Street, Dow Jones, 6 de febrero de 2018
EFE

Stéphane Monier, director de Inversiones de Lombard Odier, ha decidido realizar un análisis acerca de la volatilidad que han experimentado los mercados durante febrero. Durante este mes, el Dow Jones ha sufrido la mayor caída en puntos de toda su historia, lo que ha provocado que algunos inversores entraran en modo pánico. 

De todos modos, esta corrección debería sorprender a muy pocos. El experto señala que "los movimientos bruscos en los mercados han sido una llamada de atención para los inversores satisfechos, pero no deberían haber sorprendido a nadie. La normalización de la política monetaria trae desafíos a los mercados financieros, pero es importante recordar por qué se está normalizando: 10 años después de la crisis financiera mundial, las economías están comenzando a levantar la cabeza". 

Los inversores que hayan sufrido un fuerte revés se estarán lamentando pero desde el banco de inversión destacan que la volatilidad es amiga del mercado. "Las correcciones del tipo que vimos en los primeros días de febrero cumplen varias funciones útiles: nos permiten volver a revisar las valoraciones que han sido incrementadas por un ambiente al alza; actúan como recordatorio de los beneficios de la prudencia y el pensamiento a largo plazo". 

Estas fuertes caídas han provocado que se comieran en pocos días todo lo ganado en 2017. El S&P500 registró un crecimiento estable e ininterrumpido en 2017, pero los beneficios en enero de 2018 fueron mucho más pronunciados por lo que "fue cuestión de días barrer todo". Bastó únicamente con un salto en el salario por hora de EEUU para suscitar temores sobre el aumento de la inflación y su empuje a la Fed para adoptar un ritmo más rápido de subidas de tipos.

Algo que provocó lo que todos ya conocemos. La subida del 6,5% del S&P 500 en el primer mes del año vino seguido de una caída de más del 10% en una semana. Los rendimientos del Tesoro de Estados Unidos subieron y los mercados bursátiles cayeron en todo el mundo, mientras que el índice VIX, que mide la volatilidad, subió por encima de la cota de los 50 puntos, su nivel más alto desde marzo de 2009. 

La situación, de todos modos, se ha calmado "pero estos son los movimientos que pueden preocupar a los inversores. Este es momento de considerar las realidades del mercado y examinar los fundamentales en juego en la economía mundial". Aun así, es necesario recordar que veníamos de una era de volatilidad excepcionalmente baja, por lo que este fuerte repunte se ha magnificado por muchos agentes. 

Los factores técnicos también han influido en estas últimas caídas. "Una buena parte de las salidas parecen haber sido el resultado de estrategias de seguimiento de tendencias. Las señales de alza del precio a corto plazo se volvieron negativas y las coberturas sobre ciertas posiciones de los creadores de mercado también contribuyeron". 

Stéphane Monier ha sugerido que la volatilidad podría ser habitual durante este año, "pero es igualmente probable que estos aspectos técnicos del drama de febrero sean menos pronunciados a medida que avancemos en el año". Lo argumenta en que "a medida que los bancos centrales abandonen la política monetaria acomodaticia y eliminen la liquidez, los mercados tenderán a reaccionar en exceso". Además, da un ejemplo muy ilustrativo al señalar que "es como un padre que quita los ruedines de la bicicleta de su hijo. Algunos tambaleos y tal vez alguna caída ocasional, son inevitables. Siguiendo con la analogía, lo importante para los inversores será evaluar el estado técnico de la bicicleta y usar la protección adecuada". 

El estado técnico de la bicicleta, volviendo al simil, no ha sufrido ningún cambio. "Creemos que los fundamentales macro y micro siguen inamovibles. Los datos de crecimiento han sido sólidos y están en línea con la mejora observada en los últimos seis meses". Además, la temporada de resultados de Estados Unidos está siendo un apoyo. Más de la mitad de empresas han rendido cuentas y un 80% han superado las estimaciones de beneficios y han elevado sus previsiones, por lo que "no vemos señales de interrupción en la actividad económica, sino más bien una confirmación de que el crecimiento sigue vigente. Las ventas masivas en el mercado son preocupantes cuando la economía real está sobrecalentada", afirma el director de Inversiones de Lombard Odier. 

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