Merkel busca apoyo de los "Länder" para sacar adelante la reforma fiscal

  • La canciller federal, Angela Merkel, y su gobierno buscan el apoyo de los estados federados (Länder) para sacar adelante sus planes de reforma fiscal con los que busca cumplir parte de las promesas de rebajas de impuestos con la que llegó al poder el actual ejecutivo.

Rodrigo Zuleta

Berlín, 7 nov.- La canciller federal, Angela Merkel, y su gobierno buscan el apoyo de los estados federados (Länder) para sacar adelante sus planes de reforma fiscal con los que busca cumplir parte de las promesas de rebajas de impuestos con la que llegó al poder el actual ejecutivo.

En comparación con las expectativas que desató la llegada al poder del actual gobierno, los planes aprobados ahora por la coalición son bastante modestos y, al menos de momento, algo imprecisos.

La idea central de la reforma sigue el modelo propuesto por los ministros de Finanzas, Wolfgang Schäuble, y Economía, Philipp Rösler, para aliviar los efectos de la llamada progresión fría, que hace que muchas veces un aumento de sueldo terminé siendo devorado por la inflación, sumada a un cambio de tarifa fiscal.

"El acuerdo alcanzado por la cúpula de coalición sigue en lo fundamental el modelo Schäuble-Rösler, pero éste se llevará a cabo en dos pasos. El primero en 2013 y el segundo en 2014", dijo hoy una portavoz del ministerio de Finanzas.

"La idea sigue siendo retornar al contribuyente la parte de sus impuestos que ha pagado como consecuencia de la progresión fría", agregó la misma portavoz.

La reforma, según el Ministerio de Finanzas, deberá devolver a un contribuyente promedio entre 20 y 25 euros mensuales adicionales.

Para ello, además de una revisión de las sumas en que entra en vigor una tarifa fiscal más alta, se contempla aumentar el mínimo libre de impuestos de 8.004 euros a 8.354 euros.

Los planes están muy lejos de los anuncios hechos por los actuales partidos de la coalición antes de las elecciones de 2009 cuando se hablaba de una simplificación radical del sistema fiscal, después de la cual cada ciudadano podría hacer su declaración de impuestos en "una servilleta de papel" y con alivios altamente significativos para todas las tarifas fiscales.

Ante todo el Partido Liberal (FDP), socio minoritario de la actual coalición, había hecho de la promesa de rebajas de impuestos su seña de identidad clave.

Los liberales, además, han sufrido en los últimos años una caída en picado en las encuestas de intención de voto, además de varias catástrofes electorales en comicios regionales, lo que hace para ellos más urgente sacar adelante un alivio fiscal, aunque éste sea ante todo de carácter simbólico.

Para ello, sin embargo, no basta el acuerdo con los otros partidos de la coalición, la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y su ala bávara la Unión Cristianosocial (CSU), sino que se necesita la aprobación del Bundesrat, cámara alta donde están representados los gobiernos de los estados federados.

Para facilitar la aprobación de parte del Bundesrat -para lo que se necesitaría un acuerdo con al menos parte de la oposición-, el gobierno central quiere asumir la mayor parte del costo de la reforma.

La moderación de la progresión fría costaría, según el Ministerio de Finanzas, 2.200 millones de euros que irían a cargo del presupuesto federal. El aumento del mínimo libre de impuestos costaría 4.200 millones de euros y la mitad de esa suma afectaría al presupuesto federal y la otra mitad a los estados federados.

El Partido Socialdemócrata (SPD), el principal en la oposición, se ha manifestado claramente -a través de su presidente Sigmar Gabriel y secretaria general Andrea Nahles- en contra de la reforma por considerar que le da muy poco a los contribuyentes mientras que afecta gravemente los presupuestos públicos.

Gabriel incluso amenazó con demandar al gobierno ante el Tribunal Constitucional (TC) por atentar, a través de sus planes de reforma, contra el freno de la deuda.

Los partidos de la coalición de gobierno, sin embargo, apuestan a que al final los gobiernos regionales presididos por socialdemócratas cederán y se sumarán a los planes de reforma.

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