Merkel y Hollande piden mayor unidad a la UE frente a la crisis de los migrantes y Siria

  • El presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, pidieron este miércoles en un histórico discurso conjunto ante la Eurocámara, mayor unidad a la UE para enfrentar la crisis de migrantes y la guerra en Siria.

"Es justo ahora cuando necesitamos más Europa. Necesitamos coraje y cohesión, lo que Europa siempre mostró cuando fue necesario", dijo Merkel recordando "los cambios" que la UE pudo sobrepasar desde la caída del Muro en 1989.

"No necesitamos menos Europa sino más Europa. Europa debe afirmarse sino veremos el fin de Europa" y el regreso a las fronteras nacionales, dijo por su parte el presidente francés.

Esta fue la primera vez que mandatarios de Francia y de Alemania se dirigen ante el pleno desde 1989 cuando lo hicieron el canciller Helmut Kohl y el presidente François Mitterand, unas semanas después de la caída del muro de Berlín.

Ante los eurodiputados, Hollande estimó que Europa tardó en medir la importancia de la crisis de los refugiados.

"Europa tardó en comprender que las tragedias de Medio Oriente, de África, tendrían consecuencias para ella", dijo el mandatario.

La UE enfrenta la peor crisis migratoria en décadas que amenaza su unidad y varias políticas comunes sobre las que reposan su construcción.

Frente a la llegada masiva de solicitantes de asilo, los miembros del bloque reaccionaron de manera diferente. Hungría construyó un muro en su frontera con Serbia, y luego vallas en la frontera con Croacia.

En tanto, Alemania recibió con los brazos abiertos a centenares de miles de refugiados sirios. De enero a septiembre recibió 577.000 pedidos de asilo y el gobierno estima que llegarán a ser hasta un millón este año.

La Comisión Europea propuso un plan para repartir entre los países miembros del bloque hasta 160.000 refugiados, pero chocó con la reticencia de varios Estados miembros y fue aprobado recién al cabo de varias semanas de negociaciones y presiones.

El plan estaba destinado a ayudar a Italia y Grecia, literalmente desbordados por la llegada masiva de migrantes, por mar y tierra. Las reglas de asilo comunitarias suponen que las solicitudes de asilo las traten aquellos países adonde llegaron los demandantes en primer lugar.

Para Merkel estas reglas "son obsoletas".

"Seamos francos, el proceso de Dublín [como se conoce a estas reglas] en su forma actual es obsoleto", dijo Merkel declarándose a favor de "un nuevo procedimiento" para repartir "con equidad" a los solicitantes de asilo entre países europeos.

Muchos países se escudaron detrás de estas reglas para rechazar en un primer momento el reparto de solicitantes de asilo que pedía la Comisión y recién lo aceptaron cuando el carácter "excepcional" de la medida quedó registrada en las actas.

Antes de que Hollande y Merkel pronunciaran sus discursos, el rey Felipe VI de España, que también había sido invitado para expresarse ante el pleno, lanzó un llamado de "solidaridad" con los refugiados.

"Estamos sobrecogidos ante el sufrimiento desgarrador de aquéllos que viene a Europa huyendo de la violencia y el fanatismo", dijo.

"Son cientos de miles los refugiados que persiguen un proyecto de esperanza, que ven en la Unión un territorio de paz, prosperidad y justicia", insistió.

"No podemos defraudarles", subrayó el rey hacia el final de su discurso destacando que no podía "dejar de referirme explícitamente al drama que hoy está teniendo lugar en nuestras fronteras".

La UE debe "responder desde la generosidad, la solidaridad y la responsabilidad". Debe tratar "las causas del éxodo de estas personas forzadas" a dejar sus países, añadió.

Las intervenciones ante la Eurocámara coinciden con el lanzamiento de la fase más ofensiva de la UE contra los traficantes de seres humanos en las costas de Libia.

Seis buques de guerra europeos --italiano, francés, alemán, británico y español-- con 1.300 marinos pueden abordar por la fuerza, inspeccionar, confiscar y destruir en aguas internacionales los buques utilizados por los traficantes.

La operación pone así un cerrojo a toda la costa noroeste de Libia, desde la frontera con Túnez hasta Sirte, con la excepción de la zona delante de Trípoli que dejarán abierta para evitar ejercer de hecho un bloqueo marítimo.

Esta "puerta" es el principal punto de partida de miles de refugiados, pero también de ciudadanos de diferentes países africanos que buscan una vida mejor abordando cada semana precarias embarcaciones con destino a Europa.

Hasta ahora, las operaciones europeas se limitaban a la vigilancia a distancia de las redes de traficantes.

Por la otra ruta que utilizan los refugiados sirios e iraquíes, el flujo no cesa. Esta comienza en las costas turcas con un cruce a través del Egeo hasta Grecia y continúa luego por tierra hacia el norte a través de los Balcanes para ingresar a la UE por Hungría y Croacia.

Entre el martes y el miércoles tres trenes partieron desde la frontera serbia hacia Hungría en un trayecto por el que atraviesa Croacia. Las autoridades privilegian este medio de transporte para ser más eficaces: un tren puede transportar hasta mil personas.

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